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Dejar de poner la otra mejilla y empezar a poner el culo. Paco Vidarte, activista, filósofo, profesor, escritor, dejó en 'Etica Marica' un legado de lucha. Escrito en apenas 3 semanas y publicado poco antes de su muerte, Vidarte creía que la guerra contra la homofobia no podía estar desvinculada de la batalla contra el resto de opresiones.

"Eres una abominación. Ojalá no hubieras nacido", le espetó su madre al enterarse de su homosexualidad. “He tenido que recordarme repetidamente que mi madre nació en la década de 1890 y que en la Inglaterra de 1950 el comportamiento homosexual no se consideraba solo una perversión, sino un delito. (…) Pero sus palabras me persiguieron durante gran parte de mi vida", contó el neurólogo en su biografía.

La década de la lucha contra la guerra de Vietnam, de Martin Luther King y sus marchas por los derechos civiles, de la llegada del hombre a la luna, el LSD y los hippies, terminó con la insurrección de los maricones, princesas, sarasas, tortilleras, marimachos, invertidos y todos aquellos que políticos y personas como dios manda consideraban aberraciones de la naturaleza. La noche en la que los más humildes del sistema dijeron basta.

Marsha era una drag queen afroamericana, Silvia una mujer trans latina. Las dos estaban en el Stonewall la noche del 28 de junio, gritando, lanzando piedras, peleando, porque lejos de lo que la historia se ha empeñado en hacer creer, aquella revuelta no estuvo monopolizada por hombres blancos, atractivos y liberados. Esta es su historia.

Él, que ha sido el rey Lear, Ricardo III, Sherlock Holmes, Gandalf o Magneto, es también un defensor incansable de los derechos civiles desde 1988, cuando el equipo de gobierno británico con Margaret Thatcher a la cabeza impulsó una ley contra lo que denominaron “promoción” de la homosexualidad.

"La primera vez que me llamaron Joselito el maricón tenía cuatro años", relata en su autobiografía. Rodeada de indeseables, ridiculizada y admirada, no solo tiene una biografía interesante, también fue la puerta abierta, la primera, a una realidad triste y cruel.

‘El Einstein del sexo’, como muchos lo llamaban de forma peyorativa, desarrolló la teoría del tercer sexo, fundó la primera asociación por los derechos de los homosexuales y creó en Berlín el Instituto para el Estudio de la Sexualidad. Murió en el exilio después de que el fascismo considerara su trabajo un "peligro público".

El niño que creció en Nueva York y mantuvo su homosexualidad en secreto se convirtió en 1977 en el primer hombre abiertamente gay elegido para un cargo público en Estados Unidos. Apenas once meses después de su elección, Harvey Milk recibió cinco tiros en la cabeza mientras trabajaba en el ayuntamiento.

Durante el mes de junio, y desde hace ya 50 años, las calles de todo el mundo se tiñen de arcoíris para celebrar la diversidad. Lo que comenzó siendo una redada policial en un popular barrio de la comunidad LGTBI+ ha acabado convirtiéndose en una auténtica celebración de la diversidad y del respeto, celebración en la que, marcas como Tenga, también aportan su granito de arena. Así, por tercer año consecutivo, la marca japonesa presenta su Rainbow Pride Cup. Una parte de los beneficios obtenidos con su venta se destinarán a organizaciones relacionadas con las minorías sexuales.