San Valentín

Pocas cosas suscitan tantos sentimientos encontrados (tal vez la pizza con piña), como la celebración de San Valentín y sus correspondientes regalos. Románticos empedernidos que forrarían las paredes de su habitación con corazones como antes lo hicieron con sus carpetas, escépticos que aseguran que el amor se demuestra día a día pero que no se gastan un céntimo así los maten, y anticapitalistas que sostienen que la fiesta es un invento del Palacio de Hierro, porque total, ¿qué hicieron los romanos por nosotros? Leed atentos. A falta de púlpito desde el que proclamarlo a los cuatro vientos, prescindimos del espectáculo y lo dejamos por escrito. Este San Valentín evita (por favor) las flores, las colonias y los peluches de gusto cuestionable y déjate guiar por nosotros, te prometemos que el cambio será todo un éxito. ¿Se te ocurre algo mejor que regalar placer?  

Pocas cosas suscitan tantos sentimientos encontrados (tal vez la pizza con piña), como la celebración de San Valentín y sus correspondientes regalos. Románticos empedernidos que forrarían las paredes de su habitación con corazones como antes lo hicieron con sus carpetas, escépticos que aseguran que el amor se demuestra día a día pero que no se gastan un céntimo así los maten, y anticapitalistas que sostienen que la fiesta es un invento del Palacio de Hierro, porque total, ¿qué hicieron los romanos por nosotros? Leed atentos. A falta de púlpito desde el que proclamarlo a los cuatro vientos, prescindimos del espectáculo y lo dejamos por escrito. Este San Valentín evita (por favor) las flores, las colonias y los peluches de gusto cuestionable y déjate guiar por nosotros, te prometemos que el cambio será todo un éxito. ¿Se te ocurre algo mejor que regalar placer?

Olvida todas las catástrofes que has vivido hasta ahora. Postales cutres con frases como ‘Me gustas más que el chocolate y encima no me engordas’, medios corazones con vuestras iniciales grabadas, anillos con la inscripción ‘te quiero más que ayer pero menos que mañana’, cajas vacías llenas de besos (como ya dijimos, hay gente que se inventa cualquier cosa con tal de no sacar la cartera), y hasta depilaciones íntimas que no te importaban lo más mínimo y que, por cierto, no habías solicitado. Todos tenemos nuestro propio San Valentín sangriento, un recuerdo que todavía nos produce una mezcla de miedo y risa pero que siempre es bien recibido como anécdota para animar una cena entre amigos. A los amigos, como se sabe, les encanta reírse de las desgracias ajenas.

Ni caer en los tópicos, ni devanarte los sesos para acabar regalando un dron (muy romántico) a alguien que no quiere ni teléfono móvil. Con una buena mariscada podéis acabar la noche en el baño, y no precisamente entre sales aromáticas, y recuerda, la mayoría de las parejas rompen después de los viajes. El placer, el deseo, la pasión y la intimidad, eso es lo que nunca falla. Cuando piensas en comprar un regalo de San Valentín en un sex shop quizá no se te vengan más de dos o tres opciones a la cabeza, pero echa un ojo sin prejuicios para descubrir un mundo tan amplio como sorprendente.

Solo tienes que preparar el ambiente. Atiende a cada uno de sus sentidos. Baja las luces pero no del todo, no querrás perderte su cara. Empieza con un masaje, ¿sabías que hay cremas para estimular cada una de las partes del cuerpo? Un roll on frío para erizar sus pezones, polvos comestibles para recorrer su cuerpo, sprays y gloss labiales para un sexo oral indescriptible, bálsamos para potenciar la sensibilidad de las zonas más erógenas, elegir te llevará un rato. Si combinas estos preliminares con un antifaz o venda que cubra sus ojos la experiencia será inolvidable. Prometido.  

Pasamos ahora a los juguetes. El propósito es alargar el placer hasta que la urgencia mande. Las posibilidades son infinitas, ni tenemos que mencionarte los succionadores de clítoris, más famosos que Macaulay Culkin y perfectos para volverte loca a solas o en pareja, porque ver a tu chica en ese trance enloquecería a cualquiera. Pero hay más. Vibradores externos, conejitos rampantes para estimular tu punto G y tu clítoris al mismo tiempo, vibradores anales, vibradores para utilizar durante la penetración en pareja, anillos vibradores o huevos masturbadores.  

Este año que la sexta ola pandémica ha complicado los viajes románticos y que los pícnics bajo las estrellas no están muy recomendados ( por lo de las temperaturas bajo cero y esas bobadas), la mejor opción es no salir de la cama. ¿Aburrido? Hombre... si te lo parece, en lugar de celebrar San Valentín quizá deberías celebrar tu renovada soltería. Recuerda que en este caso tres jamás son multitud y que el juguete erótico adecuado puede dar lugar a una pasión desconocida. Ya estéis acostumbrados a las delicias de los complementos en las relaciones o no tengáis ni idea de lo que significa la palabra lubricante, siempre hay algo nuevo que probar, una nueva puerta que abrir, un nuevo manjar que saborear. No todo es Netlix y temer a la muerte, la pareja que goza unida permanece unida.  

Si ante el amplio catálogo de EroticFeel te sientes abrumado, siempre puedes optar por uno de tus nuestros packs especiales de San Valentín, te garantizamos que contienen todo lo que necesitaréis para una noche inolvidable. Comprad víveres y apagad los móviles. Se avecina un auténtico festín. Relámanse.

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