¿Quién no recuerda a la maravillosa Audrey Herpburn con su antifaz de seda azul en 'Desayuno con diamantes'? Sofisticados y elegantes, estos accesorios no son solo para dormir con estilo, aunque sí para irte a la cama. ¿La clave? Olvidarte de lo que ves para centrarte en lo que sientes, cambiar los roles y abrir la puerta a nuevas sensaciones.
¿Quién no recuerda a la maravillosa Audrey Herpburn con su antifaz de seda azul en 'Desayuno con diamantes'? Sofisticados y elegantes, estos accesorios no son solo para dormir con estilo, aunque sí para irte a la cama. A veces sirven para jugar a ser otro, y otras, basta con colocártelo para mostrarte tal como eres. De satén, de seda, felinos, bloquean total o parcialmente el paso de la luz para sumirte en la oscuridad negándote el sentido de la vista e incrementando el deseo. ¿La clave? Olvidarte de lo que ves para centrarte en lo que sientes, cambiar los roles y abrir la puerta a nuevas sensaciones.
La tan aclamada ‘zona de confort’ es estupenda para ciertas cosas, las rutinas pueden ser favorables en el trabajo o para dormir a pierna suelta pero jamás escucharás a nadie jactarse de lo fantásticamente rutinaria y confortable que es su vida sexual. Por mucho que te guste la tarta de queso, después de varios meses comiéndola a todas horas una milhoja de crema te sabrá a gloria bendita. Con frecuencia esperamos demasiado, permitimos que la monotonía se instale en nuestra vida íntima sin reparar en lo fácil que sería escapar de ella. Y no, no es necesario plastificar el sofá del salón e invitar a tus vecinos a una orgía (aunque si a los dos os parece bien por nosotros no te cortes).
Te proponemos algo. Apaga la tele y el móvil, abre una botella de vino y enséñale el antifaz que acabas de comprar. Anticipar lo que está a punto de pasar es un potente afrodisíaco. Deja que te lo ciña alrededor de los ojos y déjate llevar por el juego. Desembarázate de tabúes, prejuicios y normas, un accesorio tan simple es suficiente para hacerte más libre. El placer es el único soberano de este nuevo reino. Déjate ahora llevar por las caricias, los olores, los sabores, recréate en las sensaciones sin prisa.
Y ¿por qué no ibas a hacerlo? No estamos hablando de nadar con tiburones o de hacer puénting desde el Empire State Building (ambas cosas deben ser increíbles, pero desde luego no son para todos). Ahondar en todo el placer que pueden reportarte tus sentidos, agudizarlos, dejarte llevar por el calor, la excitación, la libertad de un juego íntimo y diferente, eso sí es para todos (o debería serlo). ¿Por qué vetarte algo tan bueno? Taparte los ojos te puede abrir muchas puertas.
Una herramienta para seducir y que te seduzcan, para alterar la conciencia, deja que te lo coloque sobre los ojos o hazlo tú sobre los suyos, comienza el juego. ¿Y ahora? Masajea, acaricia, lame, sopla, susurra, utiliza un plumero para despertar su cuerpo o un juguete sexual que ponga la guinda a la sesión de juegos. Todo lo que se te ocurra.
En EroticFeel hemos creado un catálogo con los antifaces eróticos más elegantes, sexys y sofisticados. Elaborados en materiales como la seda, el satén o el algodón, son el accesorio perfecto para desatar el deseo y encender las pasiones. ¿El límite? El cielo.
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