Lencería de cuero, de vinilo, de látex, prendas diseñadas para el placer, para la seducción, para adentrarnos en un universo diferente, lejos de las rutinas anodinas, donde las fantasías más oscuras toman el poder de la trama. En este caso no es cierto que la mona que se viste de seda permanezca inalterable, la mona puede ser todo lo que ella quiera, la mona vestida, la mona desnuda, la mona dominatrix.
“Vístete de putita, corazón, vuélveme loco”, canta Sabina. Una buena manera de expresar dos verdades universales, la importancia de una adecuada elección del atuendo y el enorme erotismo que puede esconderse (o no tanto) tras una prenda. Ciñámonos al código de vestimenta, no de manera dogmática, por supuesto, pero igual que no se va a una boda en pijama ni a recoger un premio en ropa interior (al menos no un premio muy reputado), tampoco se inicia una sesión BDSM vestido de banderillero (aunque por supuesto, es cuestión de gustos). La ropa forma parte de la experiencia erótica, nos libera, nos invita a ser creativos, nos da poder, nos convierte en otros.
Lencería de cuero, de vinilo, de látex, prendas diseñadas para el placer, para la seducción, para despertar los sentidos, para empoderarnos, para adentrarnos en un universo diferente, lejos de las rutinas anodinas, donde las fantasías más oscuras toman el poder de la trama. En este caso no es cierto que la mona que se viste de seda permanezca inalterable, la mona puede ser todo lo que ella quiera, la mona vestida, la mona desnuda, la mona dominatrix.
La ropa BDSM juega a la ocultación y al descubrimiento. Hecha para ensalzar, para tapar, para mostrar solo aquello que se desea en cada momento, igual que un escote puede reavivar a un muerto, un cuerpo ceñido en látex puede enloquecer al más cuerdo y un rostro cubierto por una máscara aventurar el más excitante de los encuentros. Si el erotismo es, como dijo Bataille, un ejercicio de comunicación, estas prendas son un libro abierto. La única pregunta es, ¿qué quieres transmitir?
En EroticFeel estamos siempre buscando nuevos nichos de placer y el universo BDSM es mucho más amplio de lo que nos hubiéramos imaginado. Lo que nos ha quedado claro es que implica mucho más que un encuentro convencional, es todo un rito, e igual que eliges con mimo lo que te vas a poner en una primera cita, también es conveniente que tengas un cajón (o todo un armario) para tu ropa BDSM. Como siempre, apostamos por el lujo, la calidad y la asequibilidad, así que en nuestro sex shop online encontrarás los diseños más espectaculares de las marcas más prestigiosas al mejor precio. Echa un ojo a nuestro catálogo y descúbrelo. Ya sabes, lo mejor es ver para creer.
El arte de atar y ser atado, la excitación de inmovilizar a tu pareja o ser inmovilizado, el deseo, la entrega voluntaria, la indefensión. Eso es el bondage. ¿Que si puedes practicarlo con los vaqueros y el jersey de lana? Claro, pero resulta menos excitante y algo más incómodo. Prueba con alguno de estos accesorios. No es lo mismo sujetar las muñecas con unas sofisticadas esposas y recorrer con una pluma un cuerpo adornado con la lencería más sugerente, que utilizar el cable del cargador del móvil mientras llevas puesta la ropa interior con dibujitos que te regaló tu suegra hace ya unas cuentas navidades. La ropa bondage habla de ti, de lo que esperas, grita bien alto sin necesidad de palabras.
Lencería BDSM, bragas, corsés, máscaras, en EroticFeel encontrarás un amplísimo repertorio de ropa BDSM para hombre y para mujer. Ya seas un fanático del látex, tengas una fijación con el cuero, te enloquezcan las prendas de PVC, o seas más de vinilo, estás en el lugar adecuado. Para el bondage más suave o para el sado más duro. En la variedad está el gusto.
Aunque los más ortodoxos nos corrijan, las fronteras se desdibujan dentro del mundo BDSM (bondage/dominación, disciplina/sumisión, sadomasoquismo). Lo único importante es explorar los límites del placer siempre de manera consensuada y segura. Ropa fetish, ropa bondage, ropa sado, ropa BDSM, un universo heterogéneo con un solo fin.
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