Amarna Miller: “Hay una parte del feminismo muy centrado en lo teórico y con los pies muy lejos de la tierra”

Amarna Miller: “Hay una parte del feminismo muy centrado en lo teórico y con los pies muy lejos de la tierra”

‘Que os jodan’, me la imagino respondiendo con una sonrisa mientras le preguntan imbecilidades. Pero que nadie se asuste (observad que la frase no va entre comillas dobles), porque Amarna, de facciones aniñadas, voz dulce y verbo fluido, es demasiado educada, racional hasta el extremo, y ni en el rato que hemos estado charlando con ella ni en las muchas entrevistas suyas que hemos visto y leído con detenimiento, pierde los estribos, aunque sí se percibe cierta desgana cuando las preguntas se repiten, seguramente por tener que acreditar cada paso, cada opinión. Ella misma lo confirma, “entiendo la curiosidad, lo que me da pereza es la necesidad constante de justificación, antes respondía porque era más joven, hasta que me di cuenta de que lo que se buscaba era el sensacionalismo barato”. No nos define un trabajo, ni una entrevista, quizá lo que más determine lo que somos sean nuestras lecturas de infancia, y las de Miller van desde Emilia Pardo Bazán, a Edgar Allan Poe o Harry Potter, así que tampoco lo pone fácil.

Licenciada en Bellas Artes, activista feminista y escritora, Amarna se dedicó durante ocho años a la industria del porno, detrás y delante de las cámaras. Saltó a las páginas de periódicos nacionales y medios generalistas en 2016, tras protagonizar el vídeo que promocionaba el Salón Erótico de Barcelona. El spot, titulado ‘Patria’, se convirtió en todo un fenómeno. Provocador, ponía el foco de atención en la doble moral existente en temas como el sexo, el aborto o la prostitución. No obstante, y aunque pareció olvidarse, Amarna solo fue la cara visible del anuncio, no su autora. “Yo estaba representando un guion”, explica. ¿Pero crees que vivimos en una sociedad hipócrita? “Los generalismos son complicados, en algunos casos sí hay un doble rasero, pero no todo es blanco o negro, vamos avanzando”. ¿Hay porno feminista? “Es como cualquier otro producto audiovisual, es otro género más y el argumento es el mismo. Al igual que yo no pretendo que todas las series que veo en Netflix sean educativas, no se puede esperar que todo el cine para adultos lo sea. Lo que tiene que haber es diversidad y que las experiencias de las mujeres sean entendidas”.

Viajera, lectora y amante de la contracultura y el arte, cuenta que los libros fueron durante años su refugio y que su autoestima no alcanzó la mayoría de edad en buena forma. A mejorar la imagen que tenía de sí misma contribuyó su trabajo como modelo fotográfica. “No es algo que sirva para todos, también puede ser una trampa buscar la aprobación en los ojos de otros, pero yo aprendí que las partes de mi cuerpo o lo que yo creía defectos que más me incomodaban a mí eran lo que más interesa a esos artistas”. Amarna Miller huye de dogmas absolutos que busquen sentar cátedra y habla de feminismos en plural. “Hay mucho miedo a disentir del pensamiento hegemónico en todas las áreas, vivimos en una sociedad muy polarizada y parece que si no estás a favor estás en contra, este discurso es peligroso y nos divide”. Por las mil contradicciones que vivimos a diario y porque siempre hay alguien que parece decirte cómo deberías comportarte, la Miller adulta buscó de nuevo guarida en los libros, pero esta vez cogiendo la pluma. “Yo quería escribir un libro sobre feminismo y en un principio me propongo hacer un libro teórico”. Sin embargo, no fue una obra teórica el resultado. “Cuando llevaba un par de capítulos me di cuenta de que al leer ensayos echaba de menos la parte personal, así que decidí escribirlo en primera persona”. Y eso es ‘Vírgenes, esposas, amantes y putas’ (Ed. Martínez Roca, 2021) una narración en la que describe con naturalidad y talento sus propias experiencias.

Con una vocación didáctica que se percibe en muchos de los vídeos que comparte con sus miles de seguidores en Instagram, sostiene que la sexualidad femenina “tiene toda la importancia” dentro del feminismo. “La expresión del deseo femenino a nivel social se ha visto como algo negativo. Hasta 1998 no se publicó el primer estudio en el que se describía la anatomía completa del clítoris y no fue hasta hace cuatro o cinco años, con la aparición de juguetes sexuales destinados en exclusiva a su estimulación, cuando se puso en la palestra su importancia en el placer de las mujeres”. Y hablando de feminismos no podíamos dejar de preguntarle por el polémico borrador de la llamada ‘Ley Trans’. “Me parece un poco loco que esto se debata, me ha sorprendido y me ha dado un poco de miedo. Hay una parte del feminismo muy centrado en lo teórico y con los pies muy lejos de la tierra. Las mujeres trans son mujeres y sujetos políticos dentro del feminismo que además viven dentro de una marginación constante. Negar su identidad y no legitimar su sufrimiento me parece ridículo. Aún no he leído ningún argumento en contra que me parezca sólido”.

¿Cuál es la situación más machista que has vivido? Duda un segundo. “He vivido muchas, pero cuando tenía 11 o 12 años un señor mayor me paró en la calle y me dijo que olía muy bien y que estaba seguro de que todo mi cuerpo olería igual. Quizá no sea la experiencia más grave pero lo viví como algo muy amenazante y no se lo dije a nadie porque me sentía culpable”. Tal vez por la violencia de tener que hacer frente sin las herramientas adecuadas a una circunstancia que con 12 años solo comprendes a medias. Armémonos desde la infancia con la educación apropiada.

Para terminar de conocerla, algunas de sus recomendaciones y anhelos. ¿Un libro? “‘Al oeste con la noche’ de Beryl Markham”. ¿Una película? “‘El faro’ de Robert Eggers”. ¿Un viaje? “Australia”. ¿Un proyecto? “Escribir otro libro y darle caña a los pódcast”. ¿Un sueño? “Vivir viajando”.

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