La “disritmia circadiana”, también conocida como trastorno por desfase horario, y comúnmente llamada jet lag, es un proceso la mar de fastidioso que, en resumen, tiene nuestro cuerpo cuando el reloj interno se desincroniza. Ello no solo afecta al sueño, sino que también provoca otros síntomas, tales como mareos, náuseas, pérdida de memoria a corto plazo, de coordinación motora, inapetencia, deshidratación, cefaleas, mal humor… Por descontado, las condiciones personales agravan la situación: tener el período menstrual, padecer hipertensión, diabetes, etc., y con los años, el jet lag se recrudece y sus desagradables efectos perduran más en el tiempo.
Pero, tranquilos que no voy a mentaros uno por uno los cuantiosos consejos o puntos a seguir, que encontraréis en una rápida búsqueda por Internet, tales como adaptarse al horario del destino sin importar si tenéis sueño o no. Tened en cuenta que nuestra glándula pineal, en respuesta a la luz solar, interrumpe la producción de melatonina y conforme esta va decreciendo, va incrementando la cantidad, sobre todo, al oscurecer. Es, por eso, por lo que es muy probable que hayáis oído que un remedio para el jet lag es consumir pastillas de la citada.
Y pese a que los efectos secundarios por lo general no son perniciosos, vayamos a por algo “natural”. Quizás esta no sea la palabra indicada, sino que la más atinada sea lo “carnal”. Así pues, voy a hablaros de una acción en concreto que rara vez hallaréis en esas listas, pero que, sin embargo, no os cuesta nada poner en funcionamiento y, así, sacar vuestras propias conclusiones al respecto, y esa es: tened un orgasmo.
Seguro que algunos de vosotros os estaréis preguntando: ¿y cómo un orgasmo nos va a ayudar a dormir? Bueno, los beneficios del orgasmo a la hora de llegar a conciliar el sueño se deben, en especial, a la liberación de la hormona llamada oxitocina. Esta, segregada durante las relaciones sexuales/masturbación, disminuye la presión arterial y los niveles de cortisol. A la par, nuestro cerebro libera la hormona prolactina, que hace que nos sintamos relajados y somnolientos (de ahí que muchos se masturben antes de dormir con tal de inducir un buen descanso) y eso, añadiendo a la ecuación el chorro de endorfinas que reduce dolores/molestias, crea un cóctel ideal. Un estudio llamado “Sex and sleep: Perceptions of sex as a sleep promoting behavior in the general adult population”, de la Central Queensland University de Australia, corrobora lo aquí mentado.
Si bien, dado el momento, también podéis optar por un juguete apto para viajar, el cual os aseguro que se convertirá en vuestro aliado perfecto para tener un orgasmo y, por supuesto, para conseguir dormir. Desde EroticFeel recomiendan, en concreto, dos: el LELO SONA 2 Travel, cuyo tamaño es ideal para llevar en la maleta y el Iroha Stick, el cual se puede llevar hasta en el bolso.
En definitiva: si vais a viajar, regalaos un orgasmo para combatir el posible jet lag o, sencillamente, hacedlo porque os amáis puesto que cuerpo solo tenéis uno y la vida está hecha, y valga la redundancia, para vivirla.
Texto corregido por Silvia Barbeito y con ©.
