El jet lag es un proceso la mar de fastidioso que, en resumen, tiene nuestro cuerpo cuando el reloj interno se desincroniza. Ello no solo afecta al sueño, sino que también provoca otros síntomas. Tener un orgasmo te ayudará a dormir en estas situaciones.
Las cabelleras femeninas en la era victoriana fueron vinculadas a la sensualidad y tildadas de reclamo erótico. Se dice que empezaban a cuidarse en la adolescencia, ya que durante la infancia era correcto que las niñas llevaran el cabello suelto. No obstante, al marchar raudas hacia la madurez, la cosa difería al entenderse como símbolo de feminidad y erotismo.
En la antigüedad, el impase de niña a adulta se sucedía con la realización del mizuage, «salir del agua». Este consistía en vender la virginidad de la doncella al mejor postor. Eso sí, se cuenta que este caballero era un hombre conocido en el hanamachi y de confianza de la dueña de la okiya, «casa de geishas», el cual, y después de reunirse con la okāsan, la «madre» de la okiya, cerraba la transacción pactando a su vez el inicio y final de la ceremonia.
Divertida, relajante, analgésica y gratuita, la píldora de la felicidad, amiga, está literalmente al alcance de tu mano. No te saldrán alas ni te tocará la lotería, pero estarás radiante y feliz. Recomendada por médicos y terapeutas, la masturbación tiene más beneficios para tu salud física y mental de los que puedas imaginar. Toma nota y ponte a ello.
Descorchad el champán y desempolvad las pancartas. Brindemos porque las cosas que celebrar son muchas.
Durante años se creyó que era cosa de críos, chavales en plena pubertad que se despertaban con los calzoncillos mojados por aquellas extrañas poluciones nocturnas. Pero cualquiera puede tenerlos y aquí te contamos cómo.
Relajarte y confiar es la única forma de disfrutar sin dolor de una práctica profundamente placentera, así que grita bien fuerte ¡serenidad! y apunta estos consejos para rendirte al éxtasis que se esconde al otro lado de los miedos.
La ingente cantidad de porno colgada en la red no ha servido para despajar las dudas sobre el antiquísimo arte del cunnilingus, pero para eso estamos nosotros. Aquí te contamos (casi) todo lo que necesitas saber para cubrirte de gloria.
En aquel portal, en esa discoteca que hoy es una clínica dental, en aquellas escaleras oscuras donde las parejas se morreaban contra la pared unas a medio metro de las otras, justo ahí te diste tu primero beso. Recuerdas el lugar exacto, lo dicen las encuestas, el 90% de las personas recordamos más detalles del primer beso que del primer encuentro sexual.
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