Si María Cristina te quisiera gobernar lo lograría seguro. Estilista, presentadora de televisión, actriz, autora junta a su amiga Sara Brun del libro ‘De mujer a mujer’, diseñadora de vestuario de televisión y cine nominada a los Premios Goya en cinco ocasiones, después de charlar un rato con ella es fácil concluir que Cristina Rodríguez es, por encima de todo, una mujer libre. Libre en su manera de crear, de actuar, de comportarse y de responder a cuestiones personales con absoluta franqueza. “Todas las creaciones intelectuales y artísticas, incluso las bromas, las ironías o las parodias, tienen mejor recepción en la mente de las masas cuando estas saben que, en algún lugar detrás de una gran obra o de un gran engaño, se encuentra una polla y un par de pelotas”. Mientras hablamos recuerdo este rotundo comienzo de una de las más brillantes novelas de Siri Hustvedt. Por cierto, sí, pero también porque hay mujeres que hacen tambalear los cimientos del patriarcado con tacones de aguja.
La manera en la que percibimos la sexualidad desde la infancia influye en nuestra manera de vivirla más tarde. “Yo he visto el deseo en mi casa, mis padres se amaban y se deseaban, yo sabía que el sexo formaba parte de su vida, no era tabú, hemos sido muy libres en ese aspecto”. Así creció desprovista de prejuicios y convencionalismos. Y hoy, ¿qué papel juega el erotismo en sus elecciones de vestuario? “El erotismo es muy importante en mi vida personal y laboral, además, soy muy libre con el cuerpo”. Y aunque sostiene que le parece sumamente sexy un hombre con chaleco, con corbata, o con una camisa con puño de gemelo, y una mujer con jersey de cuello alto y tacones, su inspiración a la hora de crear los estilismos de una ficción es la calle.
El resultado de su trabajo salta a la vista, no hay más que echar un vistazo a cualquier de sus últimas creaciones, el vestuario de la serie de Televisión Española HIT o la comedia musical Explota explota, y si la ropa es fundamental para sumergirnos y creernos una trama, no lo es menos a la hora de seducir a una conquista. “A mí me ha pasado de irme con un chico y no querer tener relaciones sexuales por los calzoncillos que llevaba. La ropa juega un papel importantísimo, para bien y para mal”.
“Los juguetes eróticos están cada vez más presentes en mi vida”
Prometida y tan enamorada que se puede percibir a través del teléfono su sonrisa cada vez que menciona a su pareja, admite que utilizan muchos juguetes en su día a día. “Ahora más que la lencería porque cuando entro por la puerta ya me la está quitando, pero los juguetes están cada vez más presentes en mi vida porque cuando mantienes relaciones sexuales con la misma persona es bueno introducir más estímulos, y a los dos nos gustan mucho”. Hay quién asegura que la vida sexual es más impetuosa a los 20 y quién sostiene que el auténtico placer llega más adelante, cuando te ha dado tiempo a conocerte a fondo, no obstante, la de Cristina Rodríguez siempre ha sido estupenda. ¿El secreto? “Cuento lo que quiero y cómo lo quiero. Soy generosa pero no tonta, ni en la vida ni en el sexo”. Tomad nota.
Como curiosidad, sus escenas eróticas favoritas del cine son las de la francesa ‘Herida’, dirigida por Louis Malle. “Sexo irrefrenable sin coreografiar, casi sin música. Tocas el deseo en cada plano”. ¿Una novela? “De Sofía al cielo, de Sara Brun. Pero también te puedo decir la que nunca recomendaría, Cincuenta sombras de Grey, es tremendamente machista”. ¿Y una canción? “Sin documentos, de Los Rodríguez”.
“No soy feminista, soy feminazi”
Que no se echen la mano a la cabeza los machitos moderados, Cristina lo explica a la perfección. “Antes de que me lo llamen de manera despectiva ya me lo adjudico yo”. Hay quien defiende una idea con mesura y quien la defiende con la firmeza que da la convicción y la historia. “Durante siglos nos han machacado, maltratado, matado, todavía siguen mutilando a las mujeres en muchos países, ¿y ahora porque llevemos unos años hablando de igualdad somos pesadas? Voy a ser muy pesada, todo lo que pueda”. “No sé si en España hay alguien al nivel de Harvey Weinstein, pero a todas nos han pasado cosas, nos han incomodado o tocado, pero todavía es muy difícil decirlo”.
“Así vestida no vas a llegar a ningún sitio”, le dijo un productor al inicio de su carrera. “Pero no le hice caso y lo que antes era un defecto ahora es un valor. No nos tenemos que doblegar ni ser como ellos quieren que seamos”. Y ella, con su imagen imponente, llamativa, que hace levantar la cabeza del móvil a cualquiera, es también una de las profesionales más respetadas del cine.