Aunque no podemos establecerlo con exactitud, es difícil no creer que en la antigüedad descubrieran, aunque fuera por pura casualidad, el placer de las caricias. Imagínate, una tribu nómada inicia el desplazamiento en busca de alimentos. Largas caminatas bajo las inclemencias del tiempo. Están acostumbrados, sí, pero los músculos también se resienten, los tobillos se retuercen y la fatiga produce calambres. Y entonces, movidos por puro instinto, utilizan sus manos para curar, para aliviar el dolor del otro. ¡Vaya! Las manos ajenas calman, pero también provocan una sensación nueva, un cosquilleo extraño pero agradable. Podemos presentir el desenlace. ¿Es una historia real? Quién sabe, pero no te recomendamos incluirla en un examen de historia, hay profesores con una imaginación limitada. El caso es que el gusto por tocar y que nos toquen no es nada nuevo, y ahora, a diferencia de hace 10.000 años, tenemos toda la información y todos los productos para hacer del masaje erótico una experiencia sublime.
¿Cómo hacer un masaje erótico?
Cualquier rincón del cuerpo es susceptible de ser explorado. No hay recetas infalibles pero deja las potenciales zonas erógenas para el final. Empezar por el perineo quizá sea un poco precipitado. Recomendamos detenerse primero en el resto del cuerpo, con paciencia, con mimo. Prepara el ambiente, a nadie le gusta quitarse la ropa a 10 grados. Lo ideal es una temperatura ambiente que oscile entre los 22 y los 25 grados. ¿Completamente desnudos o con algo de ropa? A gusto de los participantes, por supuesto.
Atiende a todos los sentidos. Música agradable, luz tenue, fragancia suave y un aceite o gel de masaje con una textura fluida y cremosa que penetre en la piel hidratándola y que favorezca la relajación de los músculos y facilite las caricias. Si quieres apostar sobre seguro elige uno de los productos de Shunga, la marca de referencia en cosmética erótica. Inspirada en las estampas de contenido sexual denominadas Shunga que se comercializaban en el Japón de los siglos XVI, XVII y XVIII, sus productos, elaborados exclusivamente con ingredientes naturales y aceites vegetales, son aptos para veganos y completamente seguros para la salud. Aceites afrodisíacos, cremas comestibles de diferentes sabores, geles con efecto calor que potencian la sensibilidad del clítoris y del glande del pene, las opciones son infinitas.
Con todo listo y a mano, recorre el cuerpo de tu pareja, de espaldas, empezando por la cabeza y descendiendo por la nuca, la espalda, las nalgas y las piernas. Haz movimientos circulares con la yema de los dedos, varía la presión y la intensidad y sincroniza tus movimientos con su respiración. Llega el momento de darse la vuelta. Dejaos llevar por las sensaciones, por las ganas. Aquí no límites.
Beneficios de los masajes eróticos
Un buen masaje erótico no es solo un arte, también tiene multitud de beneficios para la pareja. Incrementa la intimidad, la conexión y el conocimiento del cuerpo de la otra persona y también del propio. Disminuye la ansiedad, el estrés, mejora el estado de ánimo, la respiración y nos predispone a disfrutar aumentando el deseo y la excitación. No está mal, ¿verdad? Un juego erótico que os volverá locos. ¿Tienes planes para esta noche?