Es difícil pillarla en un rato libre. Presentadora y colaborada de televisión, actriz, autora de tres libros y madre de tres hijos, Carmen Alcayde empezó su andadura profesional en las televisiones autonómicas y alcanzó la más tremenda de las famas llevando, junto a Jorge Javier Vázquez, las riendas de uno de los programas más exitosos y polémicos de la historia de la televisión. Entre 2002 y 2008, ‘Aquí hay tomate’ se sintonizó diariamente en las casas de 2.820.000 espectadores y sentó escuela para la programación venidera (no solo en lo que a crónica social se refiere). Pero Alcayde no es solo eso, porque esta licenciada en Ciencias de la Información no había parado antes ni paró después del programa por el que toda España la reconoció.
Hoy, a caballo entre Madrid y Valencia e intentando compaginar vida familiar y laboral, lo primero que se le viene a la mente cuando le sueltas la palabra conciliación es “un sueño”. Entre jaleo y jaleo saca un rato para atendernos. Sexualidad, maternidad, deseo y educación, hablaremos de todo. Pero primero, ¿está harta de que le pregunten siempre sobre cómo compagina hijos, pareja y trabajo? “No me molesta porque realmente es muy difícil. Es una pregunta que se tendría que hacer tanto a hombres como a mujeres, sobre todo si hay hijos, porque la pareja, si estás sin verla unos días, la coges con más ganas”.
Y ya que saca el tema, nos metemos de lleno en el asunto que nos mueve, el deseo. “Veo la sexualidad como una parte importante de la vida y de la relación de pareja”, dice. Y si el enamoramiento que acompaña ese primer tiempo de toda relación en el que no puedes dejar de tocarte es una sobredosis bioquímica, el secreto para mantener la pasión cuando el subidón dopamínico se relaja es mantener la química. “El acoplarte y el conocerte es lo que hace que no te aburras, cuando te aburres es porque no tienes química”. Lo dice ella que lleva con su marido 28 años, casi tres décadas de vida compartida. “La pasión es la misma, pero más distribuida”. ¿Y la maternidad, cambia la manera de vivir la sexualidad? “No, cambia durante el embarazo, pero en mi caso para bien. Fue diferente, muy guay y muy divertido, especialmente los dos primeros trimestres. Hacia el final se hace más incómodo a nivel postural”.
“A los niños es mejor no decirles nada que mentirles con cigüeñas e historias”
De nuevo lo tiene claro. La receta para abordar la sexualidad con sus hijos ha sido siempre la normalización. “Les he ido informando de todo y desde los 4 añitos ya les he hablado de sexualidad”. Para Alcayde es importante que los niños sean conscientes de que hay partes del cuerpo privadas y de que nadie debe tocarlas. Y ya cuando la edad avanza y la curiosidad se despierta, “una manera muy buena de hablar con ellos es ver juntos alguna serie. Nosotros por ejemplo veíamos Modern Family, donde sale una pareja gay, los padres tienes relaciones y todas esas cosas. Y si crees que no es el momento de hablarles de algo, es mejor no decir nada que mentirles. Tampoco hay que adelantar los tiempos”.
Para terminar, le proponemos un juego: cuatro términos y cuatro respuestas rápidas. ¿Fantasías? “Un condimento, la sal de una relación”. ¿Pornografía? “Yo no la consumo porque no me excita, pero me parece fantástico, si te gusta, adelante”. ¿Feminismo? “Igualdad. Un camino a recorrer por todos de la mano”. ¿Conciliación? “Un sueño”.
Polifacética, divertida, inquieta, no pararemos de verla.
