Cecilia Ce, la sexóloga del millón de seguidores: “Hay hombres que no tienen encuentros sexuales por complejos sobre el tamaño de su pene”

Cecilia Ce, la sexóloga del millón de seguidores: “Hay hombres que no tienen encuentros sexuales por complejos sobre el tamaño de su pene”
Sara Martínez 16/6/2022

Basta charlar un rato con ella para comprender su éxito, porque éxito es tener un millón de seguidores en Instagram sin ser futbolista, cantante o modelo, éxito es conectar con la gente explicando con humor y rigor cómo funciona aquello que algunos creen manejar desde siempre, éxito es que los padres dejen sus libros en la mesita de los hijos adolescentes, y éxito, sin duda, es que el periódico más leído de Argentina dedique un artículo de mil palabras (un híbrido entre crónica de ambiente y opinión) intentado convertir a la profesional experimentada en una chiquilla deslenguada que incomoda con un discurso demasiado llano para los sensibles oídos de un tipo con más miedo a la estimulación prostática que a un ataque zombi. Podemos cruzar el Atlántico, pero ya lo cantaba Krahe, en las antípodas todo es idéntico a lo autóctono. Cecilia Ce es la amiga que te escucha sin juzgarte y te responde con franqueza y libertad. Psicóloga y sexóloga, trabajó durante una década atendiendo casos muy graves de adicciones hasta comprender cómo los traumas sexuales afectan a la gente. “La sexualidad es transversal, influye en todo”. Y justo por eso cambió de rumbo.

“¿Quién va a hablar ahora de anorgasmia femenina con el succionador al alcance de todo el mundo?”, se pregunta. “Es muy eficaz, muy funcional. La industria vino a saldar una falta social, no es casual que en un momento de crisis de los vínculos venga a solucionarlo el mercado”. Por eso, explica, las viejas problemáticas se resuelven y aparecen otras: ansiedad de desempeño, estrés, alto nivel de exigencia, complejos, problemas de erección en chicos jóvenes propiciados por el miedo a fallar o dolor durante la penetración. “Vamos rumbo a la automatización, hay mucha desconexión con el cuerpo”. Y si la educación sexual sigue siendo una asignatura pendiente, (“me encuentro con dudas sobre anticoncepción muy básicas”), en la educación emocional tampoco llegamos al aprobado. “Hoy, el primer vínculo con alguien es tirarle un fueguito a su historia en redes y el siguiente es que te manden una foto de un pene. Nos fuimos al otro extremo, me relaciono con todos y no conecto con nada”.

Todo indica que el futuro es el consumo de cuerpos y la robotización del sexo (queda así resuelta la eterna duda de a dónde vamos), y venimos, no es nada nuevo, “de un paradigma machista y violento, también para los hombres”, que se está rompiendo pero deja posos. Chicas con tremendos dolores durante el coito que no se plantean dejar de lado la penetración y centrarse en otro tipo de prácticas, hombres con miedo a eyacular antes de la cuenta y no cumplir como dios manda, mujeres que acuden al médico durante la menopausia ante los cambios fisiológicos de su cuerpo para escuchar un “pues masturba a tu pareja y ya”. Posos.

¿Y el porno, es solo una entretenimiento para adultos o contribuye a perpetuar estereotipos? “Yo comencé siendo una gran defensora y ahora estoy totalmente en contra. La industria mainstream es violenta, misógina y distorsiona la realidad. El gran problema es que se empieza a consumir a los 11 años. Por eso, la información debe llegar antes, porque luego las personas buscan replicar lo que ven en los vídeos y se generan muchas inseguridades. Hay hombres que no tienen encuentros sexuales por complejos sobre el tamaño de su pene”. ¿Cuál debería ser entonces el papel de los padres? Cecilia, que cree que no es necesario que padres e hijos hablen de todo siempre que proporcionen buenas herramientas educativas y que “estén ahí, apoyando y sin juzgar”, sí considera que deben estar atentos ante este consumo prematuro de contenido pornográfico.

Ahora un juego, nosotros soltamos palabras y ella contesta lo primero que se le ocurra. ¿La regla? “Aquí se dice estar indispuesta. Es importante visibilizar, normalizar y también dar cabida al malestar que se puede dar y a patologías tan frecuentes como la endometriosis. Es un tema retabú. Los hombres no tienen ni idea”. ¿Transexualidad? Aprendizaje. Leí el libro Las malas de Camila Sosa Villada, me encantó y me enseñó un montón. Yo trabajo sobre todo con población cis y la mayoría heterosexual, así que estoy aprendiendo. ¿Masturbación? Hermoso, un regalo a uno mismo, un mimo, algo que hemos ganado y que sigue teniendo algo de culpa. ¿Fantasías? “El terreno de la libertad. Tenemos que aprender a no juzgar. Cada vez nos cuesta más fantasear, nos venden la fantasía ya hecha”. ¿Feminismo? “No veo mucha esperanza sin él, a mí me salvó la vida y me abrió la cabeza. Cuando estudiaba pensaba ¿por qué nos toca siempre todo lo peor?”

“Muchas personas me preguntan ¿por qué me pasa esto? Hay mucha necesidad de que alguien te diga que lo que te sucede es normal”, dice. Nos pasa a todos, menos común es la capacidad de iluminar zonas que estaban a oscuras. Y Cecilia Ce alumbra.

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