“Cinco errores”, “ocho normas”, “siete consejos”, “seis trucos infalibles”, “siete mitos”, “lo que nunca debes hacer”… por lo que se ve, la ingente cantidad de porno colgada en la red no sirve para despajar las dudas sobre el glorioso y antiquísimo arte del cunnilingus. La parte positiva es el interés en una práctica enormemente placentera que no siempre ha sido vista con buenos ojos, ni por ellos ni (sorprendentemente) por ellas. Las vergüenzas, los prejuicios y los pudores excesivos son la raíz de que muchas personas se nieguen a dar o recibir sexo oral, así que dejémonos de escrúpulos absurdos y aprendamos a disfrutar sin remilgos.
Los humanos tenemos los labios evertidos (vueltos hacia afuera) e inervados (repletos de terminaciones nerviosas) diseñados para besar lo que se tercie. Suave y sensible, la boca es perfecta para estimular cualquier zona erógena y la vulva, evidentemente, no iba a ser menos (más bien más). Como juego previo, como plato único, como parte del buffet libre, como lo que os dé la gana. Te lo advertimos, si lo haces como es debido los dos lo pasaréis en grande.
Cómo hacer sexo oral a una mujer paso a paso
Como la ‘Guía definitiva’ sobre cómo hacer un cunnilingus escrita por Violet Blue fue tal éxito que ya es imposible de encontrar a un precio razonable (la hemos visto de segunda mano por 120 euros), tendrás que conformarte con nuestros humildes consejos. Pero primero, ¿quieres un libro? Aquí tienes el resumen de la guía definitiva sobre cómo hacer un cunnilingus by EroticFeel.
Capítulo uno: conocimiento básico de la anatomía de la vulva. No se trata de matricularse en ginecología pero al menos debemos conocer y saber ubicar sus diferentes partes y qué sensibilidad ofrece cada una de ellas. Si formas parte de los negacionistas del clítoris, no temas, hay gente y libros que pueden ayudarte.
Capítulo dos: aplica el sentido común. Imagínate esto: están a punto de besarte y lo estás deseando, pero en lugar de notar el roce tibio de otros labios una lengua rígida aparece de sopetón en tu boca sin previo aviso, ¿te gusta o te sobreviene una arcada? Pues eso.
Capitulo tres: no eres un perro que acaba de reencontrarse con su ama tras meses de ausencia. No te lances a lamer desaforadamente y sin ton ni son llenándolo todo de babas.
Capítulo cuatro: delicadeza, ritmo y presión aumentando progresivamente, la lengua recorriendo los labios hasta llegar al borde del clítoris pero sin rozarlo todavía, los dedos que intervienen para complementar las caricias. Sin prisa, sin pausa y prestando atención al otro cuerpo, su cadera y su pelvis se alzarán y moverán indicándote el grado de excitación y lo que demanda cada momento.
Empieza desde fuera hacia dentro
Entendemos la confusión, no paras de oír que el clítoris es el órgano más sensible y con más terminaciones nerviosas del cuerpo (tiene 8.000, el doble de las que tiene el glande del pene) y ahora te decimos que no vayas directamente hacia él. Resulta que precisamente su altísima sensibilidad puede hacer muy molesto que, sin las caricias y la excitación previa, alguien lo presione directamente. No te centres en un solo lugar, empieza suavemente recorriendo la parte externa de la vulva, de hecho, si en un primer momento empiezas haciéndolo por encima de la ropa interior, mejor.
Los labios mayores están conformados por el mismo tejido sensible que forma el clítoris, y son, por tanto, muy receptivos a las caricias. Acarícialos con la boca y con la lengua delicadamente mientras te abres paso. Entre el clítoris y la entrada de la vagina tenemos también el punto U, que se llama así porque se encuentra alrededor de la uretra. Este punto es también un área muy sensible que conviene tener en cuenta durante la estimulación oral. Conforme la estación avance nos iremos acercando al clítoris, despacio y bordeándolo.
Controla la intensidad
¿Conoces la expresión ‘entró como un elefante en una cacharrería’?, pues huye de ella todo lo que puedas. El ritmo y la intensidad de la estimulación es fundamental para lograr que la otra persona disfrute. Empezamos suave y delicadamente e incrementamos poco a poco la velocidad y la intensidad según avance la excitación. Como decíamos antes, su respuesta corporal no miente. Fíjate en el movimiento de su pelvis y sus caderas.
No te centres únicamente en el clítoris
Hablamos de esto en el primer punto, pero queremos ampliarlo. Ya te hemos dicho que no vayas directamente al clítoris, pero una vez que llegues a él tampoco olvides que hay más zonas que debes seguir estimulando. Si utilizas los dedos o algún juguete sexual (te digo cuál es más conveniente un poco más adelante), el placer se intensificará mucho, muchísimo.
Utiliza lubricante
Esto depende exclusivamente de vuestros gustos, aunque un poco de lubricante nunca sobra. Es cierto que en el sexo oral la saliva humedece la zona y puede parecer suficiente. No obstante, como un cunnilingus no tiene por qué implicar que no haya penetración al mismo tiempo, por ejemplo con un juguete sexual, la cantidad justa de un buen lubricante de base acuosa aumentará el placer de las caricias. También existen multitud de lubricantes con diferentes sabores específicamente diseñados para este momento y, aunque son muy buenos, a nosotros nos gusta más el sabor natural de una vulva limpia. Cuestión de gustos.
También puedes usar juguetes sexuales
Faltaría más. Los juguetes eróticos están para mejorar cualquier juerga. Puedes utilizar un vibrador externo antes de empezar o, nuestra opción favorita, utilizar un vibrador (como el LELO Gigi 2 o el Satisfyer A-Mazing 2) para estimular la vagina mientras tu boca se centra en el clítoris. El orgasmo está asegurado.
Sorprende, no caigas en la monotonía
Ojo con esto, porque no se trata de cambiar lo que funciona, es decir, ir despacio primero, aumentar la intensidad poco a poco, no centrarse únicamente en el clítoris… esas cosas no se cambian. Pero hay otras cosas que sí puedes hacer para romper la monotonía y el lugar es una de ellas. No te limites a la cama porque el cunnilingus es una práctica perfecta para llevar a cabo, por ejemplo, con ella recostada sobre una mesa o de pie en la ducha.
Nuestros consejos para triunfar con tu cunnilingus
- No pongas la lengua rígida ni des lametones sin ton ni son.
- No tengas prisa, no se trata de que llegue al orgasmo en cinco minutos.
- Fíjate siempre en sus reacciones.
- Utiliza los labios y no solo la lengua.
- Acuérdate de que tienes dedos y de que existen juguetes sexuales para complementar la estimulación oral haciéndola más intensa.
- Recréate en el placer de hacerlo, si tú no lo disfrutas seguramente ella tampoco.
