Cómo tener sexo anal sin dolor

Cómo tener sexo anal sin dolor
EroticFeel 3/5/2023

Como decía Isabelle Stoffel en el monólogo teatral ‘La rendición’ (adaptación teatral de las memorias de la bailarina Toni Bentley), “en el culo, la verdad siempre sale a la luz. Una polla en un culo es como la aguja de un detector de mentiras. El culo no puede mentir: si mientes, duele…”. La autora entiende la sodomía como el acto de entrega suprema para obtener a cambio un gozo casi espiritual. Nosotros no nos vamos a poner tan místicos, pero sí nos quedamos con una enseñanza: relajarte y confiar ciegamente es la única forma de disfrutar sin miedo de una práctica profundamente placentera, así que grita bien fuerte ¡serenidad! y apunta estos consejos para rendirte al éxtasis que se esconde al otro lado de los miedos.

Ante todo, relájate

Benditos miedos que nos han permitido evolucionar, pero una cosa es el miedo que te impulsa a huir del tío del hacha y otra el que no te deja ir al médico aunque esa hernia ya pida braguero. Durante demasiado tiempo se ha asociado la penetración al dolor y el dolor, claro, nos asusta. La clave entonces es eliminarlo de la ecuación para despejar el camino. Recuerda esto: si fuese doloroso no se practicaría (la gente, en principio, no es tonta) y, desde luego, no contaría con una legión de entusiastas de todos los géneros y orientaciones.

Vamos ahora a la parte más técnica para comprender la importancia de la relajación. El recto posee dos esfínteres con una musculatura particularmente fuerte. Si estamos tensos, la musculatura anal estará contraída y la penetración, además de difícil, será dolorosa. ¿Cómo conseguimos relajarla? Con paciencia, cariño, lubricante y muchas ganas. Recuerda esta dos cosas: a relajar la musculatura anal se aprende y la penetración será el último de muchos pasos.

Utiliza todo el lubricante que necesites

Lo hemos repetido hasta la saciedad pero allá vamos de nuevo: el ano, a diferencia de la vagina, no lubrica de forma natural. Por eso es imprescindible humedecer la zona con un buen lubricante para evitar molestias y dolores. Por suerte, el mercado ofrece muchísimas opciones: con base de agua (perfectos para utilizar con preservativos y juguetes sexuales como el Pjur Analyse Me! Comfort Water o el Fleshlube Slide Anal), con base de silicona (más duraderos como el Pjur Light), veganos, enriquecidos con jojoba (como el Pjur Back Door Relaxing Anal Glide) y hasta en forma de sérums y sprays que reducen la sensibilidad sin adormecer (Pjur Analyse Me! Anal Comfort Spray o Secret Play Relax).

Escoge el que más se adapte a tus gustos y necesidades y aplícalo suavemente realizando movimientos circulares con las yemas de los dedos. Este masaje previo, además de abrir la puerta a la estimulación, contribuirá a la relajación y dilatación de la musculatura.

Practica con juguetes sexuales

Lo mejor para familiarizarse con el propio cuerpo es explorarlo a solas y con calma. Algunos expertos recomiendan empezar en la ducha, (la desnudez, la intimidad y el agua caliente ayudan). Acaríciate con los dedos y descubre qué sientes. Y una vez que te hayas reconocido manualmente llegará el turno de los juguetes sexuales, pero ojo, de momento nada de dildos ni vibradores, vamos a empezar con los plugs, pequeñas joyas específicamente diseñadas para dilatar sin esfuerzo el ano. Ya habrá tiempo más tarde para experimentar con los tamaños.

Plugs anales, perfectos para dilatar el ano

Habrás oído hablar de ellos porque están más de moda que Rosalía. Y no es para menos. Con una forma cónica que facilita su inserción y una base ancha que funciona como tope, la mayoría están elaborados en silicona médica hipoalergénica (el material más higiénico, suave y seguro). Los encontrarás de distintos tamaños para diferentes niveles de experiencia, dotados con un potente motor para proporcionar una gran estimulación, compatibles con aplicación móvil para controlar a remoto y hasta diseñados para acariciar simultáneamente el ano y los testículos o el clítoris incrementando el placer de la experiencia.

Si es tu primera vez, el Lolli Plug de Satisfyer con una estructura cónica en forma de diamante, 12 patrones de vibración y sumergible, puede ser por tamaño, forma y precio una de tus mejores opciones. Si lo que buscas es poder controlarlo a través del móvil apuesta por el Satisfyer Plug Ilicious y si además quieres que combine vibración con rotación, nada como el Satisfyer Rotator Plug.

Antes de utilizar cualquier de ellos, aplícate lubricante generosamente y recuerda que estás jugando. Introdúcelo poco a poco en el ano (jamás de golpe) dando tiempo a que la musculatura se dilate. Si combinas el uso del plug con la masturbación clásica y las caricias de otras zonas erógenas la excitación aumentará incrementando también tus ganas de más.

Consoladores anales, el siguiente nivel

Hay quien pasa directamente de los plugs a los vibradores anales y quien prefiere hacer primero una parada en el mundo de los consoladores. Como siempre, es cuestión de gustos. Los dildos, a diferencia de los vibradores, no cuentan con motor y es uno mismo el que imprime los movimientos que desea durante la estimulación, lo que tiene su parte positiva.

Si escoges uno de acero como el de Cincuenta sombras de Grey o uno de vidrio como los varios que ofrece la marca Pipedream podrás experimentar con el contraste de temperaturas (se pueden meter sin perjuicio tanto en el microondas como en el congelador).

Nosotros recomendados (mucho) el uso de unas bolas tailandesas. Estos juguetes alargados formados por esferas o cuentas de diferentes tamaño no solo son perfectos para la dilatación anal, también estimulan las terminaciones nerviosas del ano provocando sensaciones únicas. Además, si se utilizan durante la masturbación o durante cualquier encuentro sexual y se extraen justo antes de llegar al orgasmo incrementan su intensidad (lo que no está nada mal). Ya nos contarás.

Vibradores anales, la prueba definitiva

Los vibradores anales son la herramienta perfecta para alcanzar un poderoso orgasmo de forma sencilla e indolora. Diseñados para ello, cuentan con la forma, la capacidad y la potencia para ofrecerte todo a cambio de muy poco. De hecho, lo único que debes poner de tu parte es el tiempo, las ganas y el lubricante. Como ya hemos explorado nuestro cuerpo y hemos aprendido a relajar y dilatar la musculatura anal, este es su momento. Pero, antes de escoger, recuerda que el tamaño dependerá siempre de tu grado de experiencia, por lo que si te estás iniciando lo mejor es que apuestes por un vibrador de tamaño medio.

Además, existen diferentes tipos de vibradores anales: específicamente diseñados para estimular la próstata y el punto P como el LELO Loki, estimuladores prostáticos y de perineo como el LELO Bruno o el Svakom Vick Neo, Vibradores para estimular al mismo tiempo el ano y el punto G como el Satisfyer Top Secret, compatibles con aplicación móvil y con función calor añadida como el Satisfyer Heat Climax y hasta vibradores anales que se agradan en tu interior con solo pulsar un botón como el Satisfyer Air Pump Booty 5 Plus.

Una vez tengas el tuyo en casa, aplícate lubricante e introdúcelo lentamente hasta que encuentres la postura más cómoda, solo entonces ponlo en marcha (nunca antes de introducirlo).

La importancia del ritmo de penetración

La penetración salvaje y a lo bruto casa mal con el sexo anal. Debemos tener en cuenta las especificidades de cada una de las zonas de nuestro cuerpo y eso, en este contexto, implica una penetración más bien lenta y sin aspavientos. Resumiendo, sin prisa pero sin pausa. Empezar siempre con dulzura y prestar mucha atención a la respuesta de la pareja es clave. Inevitablemente y conforme aumente la excitación el ritmo también se volverá más rápido, por lo que si alguno de los dos siente en algún momento dolor, debe decirlo para reducir la intensidad o parar.

Ponte a ello. Si el miedo al dolor te paralizaba, ya nada impedirá ahora que te lances a las profundas aguas de la piscina.

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