Las obsesiones, como los miedos, son libres. Sin embargo, conviene tatuarse en un lugar visible que el clítoris es el centro de la sensibilidad sexual femenina. Durante demasiados años, se ha descrito la frigidez de la mujer como la incapacidad de tener orgasmos mediante la penetración y ya solo nos faltaba contribuir o dar pábulo a semejante mamarrachez. Para empezar, no hay un orgasmo vaginal y uno clitoriano, hay un orgasmo que, eso sí, aunque lo más probable es que llegue a través de la estimulación del clítoris, también puede sorprendernos apareciendo por carreteras secundarias.
¿Se puede, entonces, alcanzar el clímax durante el coito o mediante la estimulación con los dedos o con un juguete sexual del canal vaginal? Pues sí, se puede, como también se puede lograr estimulando los pezones o la zona anal. No obstante, conviene no dejar nunca de lado a la estrella del baile.
Localiza tu punto G
El punto G lleva décadas dividendo a los expertos. No hay unanimidad sobre su existencia, pero sí muchas mujeres que afirman sentir un placer intenso al estimular una zona rugosa de la pared superior de la vagina. ¿Dónde exactamente? No es una ciencia exacta, se hallaría entre los 2,5 y los 7,5 cm desde la entrada de la vagina y lo más adecuado para localizarlo por primera vez es utilizar los dedos.
Pero ojo, porque el G no es el único punto sensible de la vagina. Los sexólogos hablan de otras zonas de especial sensibilidad como el cérvix o el punto U. En el cérvix o cuello del útero se encuentra lo que por ahí han denominado punto A. Punto que, ya te avisamos, es más sencillo alcanzar con un juguete largo. ¿Por qué? Porque es la parte más alta de la vagina, se trata del estrecho canal que comunica la vagina con el útero. Tiene una longitud de entre 3 y 4 centímetros y un diámetro de entre 2,5 y 3 cm, aunque tanto su posición como su tamaño varían según el momento del ciclo en el que nos encontremos. Para algunas mujeres su estimulación reporta intensos orgasmos y para otras resulta molesto, así que es cuestión de probar.
El punto U, por su parte, es el entorno de la abertura de la uretra (entre el clítoris y la entrada de la vagina). Es una zona altamente sensible y por tanto, muy receptiva a las caricias manuales, con el pene, o con un juguete.
Así que ya ves, si lo que buscamos es disfrutar de un encuentro que incluya penetración, lo más recomendable es alcanzar un punto de excitación muy alto a través de las caricias previas de distintos puntos erógenos y, por supuesto, nunca centrarnos solo en la vagina y olvidar el clítoris. Tanto con un juguete como durante el coito, se pueden estimular ambas zonas al mismo tiempo. Pero aquí van otros consejos que debes apuntar.
Fortalece tu suelo pélvico
La relación entre la intensidad del orgasmo y un suelo pélvico tonificado no debería pillarnos por sorpresa. Los músculos del suelo pélvico, los mismos que se contraen con espasmos involuntarios durante el clímax, interfieren directamente en la intensidad de las sensaciones. Cuanto más tonificada y saludable esté la musculatura, más intenso, placentero y hasta duradero será un orgasmo. Por el contrario, un suelo pélvico débil disminuye las sensaciones durante la penetración.
A larga lista de beneficios que tiene usar bolas chinas y realizar los ejercicios de Kegel para mantener un suelo pélvico fuerte (prevenir las pérdidas de orina y los prolapsos), hay que añadir también el incremento de la satisfacción sexual.
Ten a mano un buen lubricante
Aunque la vagina sí lubrica de forma natural (a diferencia del ano), lubricación y excitación, a pesar de lo que muchos creen, no siempre van de la mano. Factores como el momento del ciclo menstrual, la edad, la menopausia, la toma de ciertos medicamentos e incluso el estrés influyen directamente. Sin embargo, una escasa lubricación puede ser la responsable de una penetración incómoda, molesta y desde luego, mucho menos placentera. El sexo ha de ser húmedo, siempre. Por eso conviene tener siempre a mano un buen lubricante que facilite el deslizamiento y potencie las sensaciones de placer.
¿Cómo elegirlo? Porque los hay de agua, de silicona, con efecto frío y calor, de sabores, enriquecidos con aloe vera, con ginseng, veganos… Así que depende de tus necesidades y de las especificidades de tu zona genital. En caso de duda, apuesta por un lubricante de base de agua (como el Pjur Woman Aqua o el BIOglide Original), son más ligeros y perfectos para pieles sensibles.
Utiliza juguetes eróticos específicos para ello
Recuerda que, a solas o en pareja, la excitación debe ser enorme. Conviene dedicar el tiempo suficiente a cada zona erógena sin pasar por alto ninguna y, desde luego, continuar estimulando el clítoris durante la penetración (sea del tipo que sea). Para conseguirlo, tienes a tu disposición una amplísima gama de juguetes eróticos con el diseño y las funciones idóneas para llevarte al cielo. ¿Te damos algunas ideas?
Vibradores de Punto G
Lo que hace distintos a los vibradores de punto G es su curvatura específica para que el extremo del juguete incida sobre la pared frontal de la vagina estimulándola mediante distintos patrones y ritmos de vibración. Es decir, este tipo de juguetes está anatómicamente optimizado con el ángulo y la forma exactas para llegar al punto G. Además, la oferta es tan amplia que tienes desde grandes vibradores con función calor y compatibles con app como el Satisfyer Big Heat (que además de al punto G llegará al cérvix sin problema) hasta vibradores hinchables que agrandarán su diámetro en tu interior para maximizar el placer como el Satisfyer Air Pump Vibrator 5 +.
Otra fantástica opción (nuestra preferida, de hecho) son los conejitos rampantes, vibradores con dos motores y dos partes para acariciar y presionar simultáneamente el punto G y el clítoris. Imagina, por ejemplo, al Soraya Wave de LELO balanceándose dentro de ti como si se tratara de unos expertos dedos, mientras su conejito vibra suave o intensamente sobre tu clítoris.
¿Y qué tal un poderoso vibrador de clítoris y punto G que se pueda controlar en remoto? Existe, claro, y se llama Lovense Dolce. Un juguete que, si utilizas durante la penetración con una pareja masculina, incrementará el placer de ambos hasta el delirio.
Consoladores de Punto G
Y para las que prefieren un placer más clásico, sin vibraciones ni aplicaciones móviles, los consoladores son una opción fantástica para estimular las zonas más sensibles del interior de la vagina. Los hay sofisticados y elaborados en silicona de grado médico como el lujoso ELLA de LELO; realísticos y hechos a mano como los poderosos King Cocks, y hasta elaborados en vidrio de la más alta calidad como el dildo de Cincuenta sombras de Grey.
Pero antes de lanzarte a la búsqueda del orgasmo vaginal recuerda a Marie Bonaparte. La sobrina-nieta de Napoleón se sometió a una complicada operación para mover su clítoris. Seguidora de las teorías de Freud, quien pregonó que la mujer que tenía orgasmos mediante la estimulación del clítoris era la que no había logrado la madurez sexual, Marie pensó que el problema, en su caso, debía ser la distancia entre el clítoris y la vagina. Podéis imaginaros que la lio parda. Así que grábate esto, no hay una manera más válida que otra de disfrutar del sexo.
