Pequeñita como una nuez y poderosa como el anillo de poder, durante siglos su sola mención provocaba escalofríos. Hablamos, claro, de la próstata. Aún hoy, la inmensa mayoría de los hombres retrasa la visita al urólogo hasta que el dolor obliga y todavía abundan los chistes sobre si la exploración anal los volverá de repente homosexuales. De hecho, en países como México, los médicos han llevado a cabo campañas para explicar que el tacto rectal “no modifica la preferencia sexual ni daña la dignidad” (no es una broma). Aunque este no es el tema que nos ocupa, no podemos dejar de señalar que se trata de un prueba sencilla y rápida que puede ahorrar muchos disgustos.
Pero vamos a lo nuestro, porque la buena noticia es que, poco a poco, los prejuicios desaparecen y cada vez son más los que incluyen la estimulación de esta glándula en sus prácticas sexuales. ¿Que cómo lo sabemos? Por la proliferación de juguetes eróticos destinados exclusivamente a ello. La recompensa para estos osados es un placer profundo e intenso, diferente de todo lo experimentado antes. La vida es demasiado corta como para racanear en orgasmos.
Antes de nada, ¿qué es un estimulador prostático?
Un estimulador prostático es un juguete erótico específicamente diseñado para alcanzar y masajear la próstata de forma fácil, sencilla e indolora. Dotados con uno o dos motores para ofrecer distintos patrones e intensidades de vibración, cuentan con la forma y la ergonomía indicadas y están elaborados en silicona hipoalergénica completamente segura y de tacto muy suave.
Hay distintos modelos. La mayoría cuentan con dos motores y un diseño que permite estimular simultáneamente el punto P (localizado junto a la próstata) y el perineo (zona especialmente sensible situada entre el ano y el escroto), este es el caso del LELO Bruno, del LELO Loki o del Svakom Iker. Otros, incluyen además control remoto a través de un mando a distancia o de una aplicación móvil lo que, para ser justos, eleva la experiencia a otro nivel permitiendo personalizar las situaciones y ceder el control a tu pareja (LELO Hugo, We-Vibe Ditto, We-Vibe Vector o Svakom Vick).
¿Para qué sirve?
El Punto P se encuentra junto a la próstata, en la pared anterior del recto y a unos cuatro o cinco centímetros de la entrada del ano. También llamado punto G masculino, se trata de una zona especialmente sensible a la que, como es evidente, solo se puede acceder por el ano y cuya estimulación reporta orgasmos tan agudos que, según los estudios, resultan un 33% más intensos que los alcanzados a través del glande del pene. Y los estimuladores o masajeadores prostáticos, amigo, sirven para ayudarte a conseguir esos clímax. Porque tus dedos pueden ser la leche, pero no tienen motores, no son ajustables y no se pueden controlar a distancia.
Cómo utilizar un masajeador prostático paso a paso
- Si es tu primera vez en esto de la estimulación anal, te aconsejamos una primera excursión con los dedos para familiarizarte con tu cuerpo. Puede que te resulte más fácil en la ducha o tumbado relajadamente en la cama.
- Hazte con un buen lubricante anal de base de agua y compatible con juguetes eróticos y utilízalo sin miedo. Aplícalo utilizando las yemas de los dedos y masajeando con movimientos suaves y circulares alrededor del ano.
- Sin prisa, cuando la musculatura comience a estar relajada introduce, poco a poco, un dedo y dirígelo hacia el abdomen hasta que encuentres un bultito.
- Mueve el dedo en círculos imprimiendo distintos grados de presión y fuerza o dando golpecitos para conocer cómo responde tu cuerpo ante estos estímulos.
- Ahora, llega el momento de repetir el proceso con tu estimulador prostático. Asegúrate de que tiene batería y de que sabes ponerlo en marcha y recorrer los distintos patrones e intensidades de vibración.
- Estos juguetes están diseñados para una inserción cómoda, así que no tengas ningún miedo. Poco a poco, introdúcelo en el ano dando tiempo a que la musculatura se dilate.
- Una vez dentro, busca la posición en la que te resulte más cómodo y ponlo en marcha.
- Empieza por la intensidad más suave y vete subiendo conforme la excitación avance.
Consejos para utilizar un masajeador de próstata
- Extrema la higiene y lava adecuadamente el juguete antes y después de cada uso con abundante agua tibia y jabón neutro o con un desinfectante específico para juguetes sexuales.
- Si estás utilizando el juguete en pareja, nunca lo pases de tu ano a otro ano o a una vulva sin lavarlo antes como te hemos indicado.
- La lubricación es imprescindible. Aplícate lubricante tantas veces como necesites.
- No tengas prisa, una inserción demasiado rápida puede provocar dolor o molestias.
- Combina la estimulación anal con la genital para incremental el placer.
