El Orgullo bien vale una fiesta

El Orgullo bien vale una fiesta
Sara Martínez 28/6/2023

Descorchad el champán y desempolvad las pancartas, salid a la calle a celebrar que hoy, y aún, es nuestra. Besaos en público y cogeos de la mano. Cantad a todo trapo. Porque ya no se trata de salir del armario, de vivir discretamente sin que te molesten o insulten, de poder adoptar o casarse. Se trata de celebrar que se puede celebrar y gritarlo bien alto, porque todavía hay quien quiere olvidarlo. Brindemos sin olvidar que en el 77 (que fue ayer, oiga) y antes de que llegara la Constitución prohibiendo clasificar a las personas por su sexualidad, la UCD planeaba la creación de diez mil plazas para la reeducación de homosexuales. Brindemos sin olvidar que el Papa Francisco pidió el pasado enero “saber distinguir entre pecado y delito” y que, más sorprendente aún, hubo quien agradeció las palabras como un gesto hacia la comunidad LGTBI sin comprender que, para él, mucho peor que la cárcel es el infierno.

Brindemos de nuevo sin olvidar que todavía hay quien dice “yo lo respeto, pero…”. Y un trago más prestando atención a titulares (sí, de este mismo año) como ‘Uno de cada tres adolescentes quiere que la diversidad LGTBI de sus compañeros de clase "no se note"’ o ‘El ultraderechista Orbán aprueba en Hungría una ley que permite las denuncias anónimas contra familias homosexuales’. Rellenemos la copa de nuevo y brindemos sin olvidar que el Mundial fue en Qatar y que el dinero, especialmente el corrupto, puede más que dos carretas y que todos los derechos humanos.

Brindemos porque las cosas que celebrar son muchas y el Orgullo bien vale una fiesta sin olvidar que sería una pena tener que repetir aquello de tanto remar para morir en la orilla. ¡Salud!

SYSTEM_GEOWEB_TITLE

Detectamos que navegas desde una ubicación diferente a la que corresponde a esta web. Por favor, confírmanos que sitio quieres visitar