Adivina, adivinanza, ¿qué tiene el rey bajo la panza? ¿Un poderoso pájaro?, ¿un dragón?, ¿un pez espada? Depende de lo que seas capaz de crear con tu imaginación y esas manitas. Nos explicamos. En nuestro infinito afán de ampliar vocabulario y descubrir novedosas (o no tanto) prácticas eróticas, hemos dado con el término ‘kokigami’, un juego sexual de origen japonés que combina el arte del disfraz y el factor sorpresa para convertir el pene en un lascivo regalo.
¿En qué consiste el ‘kokigami’?
Malas noticias para todos aquellos que éramos terriblemente malos en manualidades, porque ¿si no conseguimos hacer un barquito con un cascarón de nuez cómo vamos a ingeniárnoslas para elaborar un disfraz con forma de poderoso animal para el pene? Sí, has leído bien. El ‘Kokigami’, palabra que seguramente te ha recordado a ‘origami’, consiste en elaborar con papel una figura con forma animal y envolver con ella el pene. ¡Para que luego digas que no sabes cómo romper la monotonía en la cama! Se trata de encender la pasión o, al menos, de echarse unas risas, que también son un afrodisíaco fantástico.
Para comprender mejor qué significaba esta práctica en la tradición oriental debemos entender primero que en el Japón de hace siglos la sexualidad ni era tabú ni estaba influenciada por la cultura judeocristiana de Occidente. Existía también un culto al falo que se evidencia en los Shunga, estampas o grabados con motivos eróticos en los que aparecían con frecuencia animales. Así que la idea de decorar el pene convirtiéndolo en un animal y dotándolo de cierta personalidad tiene más sentido en este contexto.
¿Cuál es el origen del término ‘kokigami’?
La fecha exacta varía bastante en las informaciones que hemos consultado, aunque la mayoría coincide en afirmar que el ‘kokigami’ era practicado como divertimento por la aristocracia y las altas clases niponas en torno al siglo VII. No obstante, su popularización entre las clases medias seguramente se produjo mucho más tarde, cuando empezó a mostrarse en las estampas eróticas que se comercializaron durante los siglos XVI y XVII.
También el origen del término kokigami es confuso, aunque se supone que procede de la mezcla del término ‘koki’ (un tipo de pañuelo que llevaban los actores en la cintura) y ‘gami’ (papel). En sus inicios, el juego se habría practicado envolviendo el pene con telas y cintas que, más tarde, fueron sustituidas por disfraces confeccionados con papel de seda.
¿Cómo se puede hacer el ‘kokigami’ en la actualidad?
Esto depende exclusivamente de tus habilidades. De hecho, existe una guía llamada Kokigami: Performance Enhancing Adornments for the Adventurous Man que ha popularizado este juego en Europa y que, aunque está publicada en inglés, cuenta con detalladas ilustraciones que te enseñarán cómo crear figuras para disfrazar el pene con forma de dragón, calamar o caballo.
Sin embargo, si la maña no es lo tuyo y te cortas hasta con las tijeras infantiles, la marca de juguetería de lujo LELO te da una solución aceptable, el Tux, un esmoquin elaborado en satén para vestir tu pene de tiros largos. No es un animal, pero estarás listo para dar las campanadas.
