Qué es, para qué sirve y otras curiosidades sobre la vagina

Qué es, para qué sirve y otras curiosidades sobre la vagina
Sara Martínez 28/12/2021

Vagina y vulva no son lo mismo, la vagina es el conducto o tubo muscular interno que une la vulva con el cuello del útero. La vulva, en cambio, es la parte externa de los genitales femeninos y comprende los labios vaginales, el clítoris, la abertura vaginal y la abertura uretral. Utilizar indistintamente ambos términos es como llamar testículos al pene, un sinsentido.

La vagina comienza en la abertura que se encuentra entre la uretra y el ano.

Mientras no haya nada que la penetre o algo saliendo de ella (un parto), la vagina está cerrada, es decir, las paredes vaginales se tocan.

La vagina no es como el pene, no hay vaginas chiquititas y vaginas enormes. El tamaño de la vagina oscila entre los 6 y los 8 centímetros en estado normal y entre los 10 y los 11,5 centímetros cuando está excitada. Porque en eso sí se parece a un falo, crece con la excitación sexual.

Y eso nos lleva a este dato: la vagina puede crecer hasta un 200% durante la relación sexual.

Hay que ejercitarla para mantener su musculatura fuerte y tonificada, y para eso están los ejercicios de Kegel y las gloriosas bolas chinas.

La vagina permite las relaciones sexuales con penetración, el parto, y sirve de paso natural para la salida del flujo menstrual.

Ni duchas vaginales ni desodorante ni jabones con perfume, la vagina no necesita limpieza. Se debe limpiar la vulva (los genitales externos) con agua y jabón de un pH que ronde el 5,3.

La vagina es tan elástica como agradecida y no, no le importa el tamaño del pene, sus músculos se adaptan a cualquier medida y la mayor concentración de terminaciones nerviosas se encuentra en su primer tercio, por lo que no hace falta llegar hasta el ombligo.

El himen es un pliegue de la mucosa vaginal que se encuentra en la entrada de la vagina para protegerla durante la infancia. Cuando el cuerpo comienza a menstruar el himen se va deteriorando. El cuerpo cambia la barrera de protección física (himen) por una química (pH y flora vaginal) y el himen pierde grosor y está menos vascularizado por lo que su ‘rotura’ no tiene por qué doler.

La ausencia de vagina se conoce como síndrome de Rokitansky-Küster-Hause y afecta a una de cada cinco mil niñas. El conducto vaginal no se desarrolla con normalidad por lo que no es penetrable. Las afectadas tampoco pueden quedarse embarazadas de forma natural. En todo caso, muchas de estas mujeres quieren llamar la atención sobre la invisibilidad de este síndrome y la creencia generalizada de que no existe sexo sin coito.

El primer museo físico dedicado a la vagina abrió sus puertas en Londres en 2019. Su directora, Florence Schechter, quiere promover la información sobre esta parte del cuerpo y asegura que según un estudio, el 65% de las mujeres británicas entre los 16 y los 25 años consideran embarazoso referirse abiertamente a sus órganos genitales.

La mayoría de las culturas hablan en sus leyendas antiguas de la ‘vagina dentata’, una vagina con dientes que castra a todo el que se aventure a entrar en ella. Un curioso miedo a la castración favorecido por el desconocimiento.

"El secreto de nuestra cerveza está en su vagina", así se presenta ‘The Order of Yoni’, una cerveza elaborada en Polonia y fermentada, dicen sus creadores, con bacterias vaginales.

El vaginismo es la contracción involuntaria del primer tercio de la vagina que impide la penetración, no solo del pene, sino de cualquier objeto (tampón, espéculo, etc). Las causas pueden ser físicas, psicológicas o ambas, y sí, tienen tratamiento.

El dolor durante la penetración se conoce como dispareunia, tiene diferentes causas (la mayoría con tratamiento) y según la doctora canadiense-estadounidense Jen Gunter afecta a un 30% de las mujeres.

Si el pato común o ánade azulón tiene un pene en forma de tirabuzón, la hembra posee una vagina con la misma forma pero que gira en sentido contrario. Se trata de un mecanismo de defensa para decidir quién fertiliza sus huevos.

La mayoría de las mujeres no llegan al orgasmo solo con la penetración.

Y, por último, no, aunque lo haya dicho Gwyneth Paltrow, no es para nada recomendable introducirse huevos de jade en la vagina. Si sientes dolor, picor, o cualquier síntoma extraño, sal de internet y acude al ginecólogo.

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