Tickling o knismolagnia: qué es y cómo practicarlo

Tickling o knismolagnia: qué es y cómo practicarlo
EroticFeel 11/8/2022

Utilizadas como método de tortura en China y también en la antigua Roma, donde untaban los pies de los criminales con diferentes sustancias para que una cabra los lamiera, las cosquillas pueden tener efectos y significados muy diferentes. Comentan las malas lenguas que Catalina la Grande, a quien achacan todo tipo de falsas perversiones como la zoofilia (no, no murió mientras tenía relaciones con una caballo) ordenaba a sus sirvientas hacerle cosquillas en la planta de los pies. ¿Con qué fin? Le gustaba. Aseguran que el hormigueo aderezado con una buena historia subida de tono encendía el deseo sexual de la zarina. Las caricias y los relatos tenían el efecto de un precalentamiento de lujo para que al llegar su amante tuviese la mitad del trabajo hecho.

Las cosquillas realizadas de improviso como un juego o forma de hacer reír y las sutiles caricias que despiertan la piel provocando placer son dos cosas distintas. Si nos atenemos a la definición de la RAE y hablamos de la “excitación nerviosa acompañada de risa involuntaria que se experimenta en algunas partes del cuerpo cuando son tocadas ligeramente”, esa excitación resulta ser muy erótica para algunos. Tanto, que, a falta de uno, las cosquillas eróticas tienen dos nombres: tickling o knismolagnia.

¿Qué es el tickling o knismolagnia?

Fetiche o juego erótico, quizá te sorprenda, pero abundan los vídeos pornográficos en los que un sujeto le hace cosquillas a otro. Aunque percibidas por el cerebro como una amenaza, las cosquillas provocan risa, la risa, endorfinas y las endorfinas, felicidad.

Ligeramente ligado a las prácticas BDSM por aquello del dominante y el sumiso (el que realiza las cosquillas y el que las recibe), hay quien asegura que mediante la tensión generada se puede alcanzar el orgasmo. Como no es lo corriente, nosotros preferimos tomarlo como una manera fantástica y divertida de despertar el deseo. ¿Cómo hacerlo?

¿Cómo practicarlo?

Se puede practicar con la persona atada o sin atar, aquí depende exclusivamente del gusto de los participantes. Con las yemas de los dedos, con la lengua, con un plumero como el Tickle Me Tickler de Bijoux Indiscrets o con un juguete. Para hacer las cosquillas tampoco hay una parcela delimitada, el cuerpo entero es una inmensa zona erógena. Se trata de encontrar el punto débil del otro, así que búscalo con mimo. Empieza por la cabeza y no te olvides del cuello, la parte interna de los brazos, los codos, el costado, las axilas, los pezones, los muslos, los pies… y varía la intensidad y el ritmo de las caricias prestando mucha atención a las reacciones de tu pareja.

El tickling es un juego erótico con muchas posibilidades y en el que disfrutan ambos. El objetivo aquí no es alcanzar el clímax sino disfrutar del momento. Las cosquillas encenderán el deseo y provocarán placer. Para intensificar las sensaciones no hay mejor método que tapar los ojos con un antifaz o venda. Eso sí, recuerda que si utilizáis esposas o ataduras es imprescindible establecer primero una palabra de seguridad que finalice el juego inmediatamente si fuese necesario.

Inofensivas, divertidas, juguetonas o sexuales, descubre qué significan para ti las cosquillas. Puede que descubras algo grande, como le pasó a Catalina.

Foto de portada: Catalina II La Grande, zarina de Rusia. Obra de Fiódor Rókotov. (1763)

SYSTEM_GEOWEB_TITLE

Detectamos que navegas desde una ubicación diferente a la que corresponde a esta web. Por favor, confírmanos que sitio quieres visitar