Zoofilia, incesto y endogamia, la vida sexual de los dioses griegos

Zoofilia, incesto y endogamia, la vida sexual de los dioses griegos
Sara Martínez 11/1/2022

No hemos inventado nada, ni nosotros, ni los de ‘La Isla de las tentaciones’. Y para muestra los dioses griegos, más terriblemente sujetos a las pasiones que el labrador de ‘Amanece que no es poco’. En el comienzo fue el caos y la zoofilia, el incesto y la endogamia (práctica luego muy extendida entre monarquías y zarzuelas). Y cuando las ganas apretaban, no había condición divina que impidiera fornicar con madre, abuela, hermana o bestia. Que un hombre en la cama es un hombre en la cama, sea Zeus o C. Tangana.

Empezamos por Gea. Resulta que la Madre Tierra tuvo dos hijos: Urano y Ponto. Vástagos que más tarde fecundaron a su madre dando lugar a criaturas como los cíclopes, con un solo ojo, o los Hetaconquires, con 100 manos y 50 cabezas. Como veis, lo de Carlos II fue cosa menor comparado con esto. Según parece, Urano era peor padre que el de Macaulay Culkin, y además impedía que Gea tuviera más hijos bloqueando su salida con su apoteósico pene. Gea, claro, que no podía consentir tal comportamiento, urdió una venganza ayudada por Crono, que para aclararnos era hijo de Urano e hijo-nieto de Gea. Y como muerto el perro se acabó la rabia, Crono cortó los genitales de su padre y los tiró al mar. Luego Crono se comería a cada uno de sus hijos excepto a Zeus, escondido por su madre. Pero esa es otra historia.

Porque es mejor que pasemos directamente a los amoríos de Zeus, que se casó con su hermana Hera, a la que algunos califican de “celosa y vengativa” (nos ha jodido mayo). Y es que su marido, después de violarla tomando la forma de un pajarito para meterse entre sus faldas y de una noche de bodas de 300 años que dejaría exhausto hasta a Julio Iglesias, bajaba a por tabaco y se tiraba a todo lo que veía. Aunque lo de adoptar forma animal era bastante efectivo. Convertido en cisne violó también a la doncella Leda. Pero esa también es otra historia.

Y podríamos ahora hablar de Edipo, que mató a su padre y se casó con su madre para luego sacarse los ojos, o de Electra, que para vengar la muerte de su padre azuzó a su hermano Orestes a decapitar a la madre de ambos, y aunque esta intentó disuadirlo enseñándole una teta, la visión del pecho materno no surtió el efecto esperado en el muchacho. Pero mejor vamos a acabar con una maravillosa anécdota de pasión animal e ingeniería doméstica. Pasifae, la esposa del Rey Minos, se enamoró de un toro, y mandando construir una vaca de madera para meterse dentro, engendró al minotauro. Para que luego tú te lleves las manos a la cabeza cuando lees las descripciones del Tinder. Ya hubo cosas peores que ese que avisa: te voy a borrar el culo. PD: feministas no. Aunque en honor a la verdad, los griegos tenían más gracia.

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