En busca de la felación perfecta

En busca de la felación perfecta
EroticFeel 14/11/2019

La escasa educación sexual que recibimos y la sobresaturación de pornografía a la que estamos expuestos son una combinación regulera. Fijemos conceptos, ¿imitar los movimientos que vemos en la pantalla creyendo que así nos convertimos en pornostars? Mala idea. No nos vamos a meter en cuáles son las funciones del porno, pero desde luego la pedagógica no es una de ellas. Olvida prejuicios e imágenes preconcebidas. La primera regla para practicar una felación de escándalo es desearlo y disfrutarlo.

Puede que no sea tu plato favorito del menú o puede que te encante, de cualquier modo, es una de las prácticas más satisfactorias, para el que la recibe, y para el que la proporciona. Por supuesto, te vamos a dar unas cuantas ideas y truquillos, pero recuerda, cada hombre es diferente así que lo primordial es la comunicación, y lo más importante, nunca hagas algo que no quieras hacer. De poco sirve que a él le guste eyacular en tu boca si tú lo odias (aunque deberías saber que el semen funciona como antidepresivo en las mujeres y alivia las náuseas durante el embarazo). Descubre cómo mejorar el sabor del semen en el siguiente artículo.

¿Cómo hacer la felación perfecta? Coge papel y lápiz

Manos ¿para qué os quiero? Pues en realidad para mucho, te lo aseguramos. Así que a menos que las tengas atadas a la espalda en una especie de juego erótico, ¡úsalas! Para acompañar a la boca, para presionar el pene, para acariciar otras partes de su cuerpo o para masturbarte.

No te olvides de los testículos, de hecho, puedes comenzar por ellos. Usa las manos y la lengua, introdúcelos completamente en la boca o masajéalos con dulzura, lo que quieras, pero no hagas como si no existieran, se morirán de pena.

Sí, puedes emplear lubricante. Aunque muchos crean que con la saliva es suficiente puede no serlo, sobre todo al principio. Recuerda que hay lubricantes específicos para sexo oral, tanto neutros como de diferentes sabores para una experiencia de lo más apetitosa. ¿Un truco natural? Los caramelos desencadenan la salivación.

Empieza con suavidad. No es una pizza barbacoa después de una semana de ayuno, (por cierto, no conviene comer antes nada que te de sed). Besa y lame la cara interior de los muslos, acaricia el escroto y los testículos y recorre el tronco del pene con la lengua.

Sujeta ahora la base del pene y rodea el glande con la lengua haciendo movimientos circulares. Sube, baja, y vuelve al glande. No hay prisa.

¿El perineo? ¡claro! Entre los testículos y el ano, es una zona con multitud de terminaciones nerviosas y muy, muy excitante.

Cambia el ritmo. No bailas igual el reguetón y el grunge, ¿a qué no? Pues eso. Intercala movimientos dulces con otros más profundos e intensos, prolongarás el placer.

Fíjate siempre en su cara, míralo cada poco.

¿Garganta profunda? Puede que a él le excite la sensación y que a ti te encante hacerlo, en tal caso, ¡adelante! De lo contrario, no es necesario ni mucho menos imprescindible para que tu pareja goce.

¿Tragar o escupir? A gusto de cada persona, no hay consejos en este punto. Todo lo que te apetezca está bien. Si no es en la boca, siempre puede eyacular sobre tu pecho, tu espalda, o cualquier otra parte de tu cuerpo.

¿Último consejo? Repite una y otra vez hasta que salga perfecto, nadie te pondrá objeciones. ¡No subestimes nunca el poder de una buena felación!

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