Privado del habla el deseo aumenta, y también la intensidad de las sensaciones. Puedes gemir, intentar gritar, pero no podrás. La mordaza impide que se entienda nada. Tendrás que explicar lo que sientes de otra forma, olvidarte de la comunicación verbal. ¿Dónde está el erotismo? En los gritos callados, en su mirada, en el movimiento de su cuerpo, en la rendición absoluta. Descubre aquí todos los modelos de mordazas BDSM del mercado.
No es que calladito estés más guapo (y mucho menos calladita), pero acatar órdenes en plan ‘hazlo y calla’ forma parte del juego de la dominación y la sumisión, un universo de excitantes rituales para explorar los límites del erotismo. El BDSM engloba muchísimas prácticas, y como dice el escritor y experto Josep Lapidario “es como un buffet libre, puedes coger la que más te guste”. Para derribar tabúes y descubrir el placer que se esconde tras unos azotes, unas esposas, un látigo rozando una piel desnuda o una boca que intenta expresar con gemidos lo que la mordaza le impide decir con palabras estamos nosotros. Y de esto último hablamos aquí, de mordazas, uno de los accesorios BDSM más buscados y utilizados.
Denominadas también ‘gags’ (mordaza en inglés), ‘muzzles’ (bozales) o bocados BDSM, las hay de muchos modelos y clases: mordazas con bolas, con agujero o anilla para permitir el sexo oral, mordazas de araña para sumisos avanzados, mordazas con dildo o pene para la sensación de penetración… Sí, lo sabemos, es todo un mundo, pero lo bueno se aprende rápido.
Porque incrementan la excitación del juego subiéndolo rápidamente de nivel. El rol cambia inmediatamente, se estable la relación de poder. Uno manda y otro obedece, sin excusas ni remilgos. Estás completamente a su merced. ¿Puedes quejarte? No con palabras. Privado del habla el deseo aumenta, y también la intensidad de las sensaciones. Puedes gemir, intentar gritar, pero no podrás. La mordaza impide que se entienda nada. Tendrás que explicar lo que sientes de otra forma, olvidarte de la comunicación verbal. ¿Dónde está el erotismo? En los gritos callados, en su mirada, en el movimiento de su cuerpo, en la rendición absoluta.
Si las mordazas o gags son uno de los accesorios más utilizados en el universo BDSM es porque te permiten hacer realidad tus fantasías más oscuras y dar rienda suelta a tus deseos de forma completamente segura. Recordamos que cualquier práctica o juego tiene que ser consensuado, la dominación y la sumisión han sido acordadas y se ha establecido (esto es fundamental) un gesto de seguridad. Si la palabra de seguridad es requisito indispensable para una relación BDSM segura dado que pronunciarla supone el fin inmediato del juego, al utilizar una mordaza se debe establecer otra señal de seguridad que permita a quien la lleve dar por terminada la sesión en el momento que quiera.
Para cualquiera. Las mordazas, igual que cualquier otro accesorio BDSM, pueden ser utilizadas por hombres y mujeres de cualquier edad y orientación sexual. El único límite está en el consenso. Si quieres, hazlo. Las mordazas con perfectas para cualquier persona abierta a experimentar y a explorar la sexualidad en todas sus vertientes. Dominantes y sumisos, sondeadores del placer y del deseo, aquí tenéis vuestras mordazas. Tratadlas como es debido.
Una vez más tenemos que alabar el ingenio de los fabricantes de accesorios y juguetes sexuales. Nosotros, meros observadores, nos confesamos devotos de la creatividad de un universo que no deja de sorprendernos. No podemos evitar pensar que las personas que sufren el aburrimiento en las relaciones sexuales no han investigado lo suficiente, porque no da una vida entera para probar y disfrutar de todo lo que existe. Presta atención.
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