Henar Álvarez, cómica, guionista y escritora: ¿Es feminista que yo hable de mi parto? Lo que te agrede es que hable de sexo y no sea para ponerte cachondo”

Henar Álvarez, cómica, guionista y escritora: ¿Es feminista que yo hable de mi parto? Lo que te agrede es que hable de sexo y no sea para ponerte cachondo”

Nos ha costado escoger una frase para el titular porque no para de soltar perlas que merecerían ser tatuadas. Cómica, guionista, escritora, con una lengua afilada y un culo para forrar pelotas, Henar Álvarez responde por teléfono con la misma gracia y sinceridad con la que explica en ‘Buenismo Bien’ de la Ser a todo macho herido con ganas de echar un polvo que “no es vuestra fealdad la razón por la que no folláis, es porque sois malas personas. El día que dejéis de ver a las mujeres como sacaleches para cumplir un servicio premium con vosotros que es follar, la vida os lo compensará”. Y es que si el Satisfyer puso la masturbación femenina sobre la mesa, Henar pertenece a una nueva generación de cómicas que habla sin tapujos de lo que le venga en gana. “Otro chiste de coños”, se quejan los agraviados que sí veneran las bromas sexualmente explícitas de grandes humoristas como Pepe Colubi. “En nosotras se interpreta como activismo que hables de tu vida en primera persona, coño, ¿es feminista que yo hable de mi parto? Lo que te agrede es que hable de sexo y no sea para ponerte cachondo a ti”.

Una pareja heterosexual en la cama. “Estoy cachondísimo. ¿Vas a querer mi leche?”, pregunta él. “Claro que sí. ¿y tú la mía?” Responde ella. No es que Henar haya venido aquí a hablar de su libro, pero la obra bien lo merece. ‘La Mala Leche’ presenta la historia de una madre reciente que fantasea con la idea de que su pareja le coma la leche que mana de sus pechos. Él lo intenta pero no puede, “no puedo robarle la comida a mi propio hijo”. Fascinante por alejarse del discurso dominante y utilizar el humor para convertir a la madre lactante en un ser sexual con nuevas necesidades, el cómic, con ilustraciones de Ana Müshell, ha tenido tanto éxito que pronto será una serie. “Surge de mi propia experiencia. Cuando di a luz y mis pechos se llenaron de leche me pareció algo tan sexy, tan increíble… sus fluidos están completamente integrados en nuestras relaciones sexuales, ¿por qué esto no? La reticencia tiene que ver con un desconocimiento cultural del cuerpo femenino”.

La siguiente pregunta estaba clara, ¿cambia la sexualidad con la maternidad? “En mi caso no, pero la gente desde fuera sí te ve diferente y no solo en lo que respecta a la sexualidad. Pierdes un poco hasta la identidad, pasas a ser ‘la madre de’ y empiezas a escuchar frases del tipo ‘esas cosas eran antes’. Pues no, eso no es verdad”. Este año la ley ha igualado la baja de maternidad y paternidad, pero cuando Henar dio a luz hace cuatro años, la madre tenía cuatro meses y el padre dos semanas de permiso. “Cuidar de tu descendencia es una obligación, para los dos. Yo sentí que me estaban obligando a ser un ama de casa. Brindar con tu jefe y llegar a casa a las ocho con la mesa puesta y el niño cambiado mientras tú tienes las tetas llenas de leche y el coño sangrando no es ser padre”. ¿Cómo contestas entonces a alguien que te dice estar de acuerdo con la igualdad real de hombres y mujeres pero no con el feminismo? “Yo no quiero rebatir esto, estoy cansada. El que hace comentarios de este tipo lo hace de forma deliberada para buscar confrontación. No quiere que le expliques nada. Es una provocación”.

En uno de sus podcasts sostenía que “tener bragas que no sean de regla es un privilegio de clase. Yo no tengo ropa interior bonita”, y efectivamente, nos confirma que la lencería no tiene ningún papel en su vida sexual. “Son mucho más excitantes para mí los juguetes eróticos que la ropa interior. Me encanta probar y además, agradezco la revolución que han supuesto. He tenido conversaciones con mujeres que me decían que no se masturbaban, que con sus novios les bastaba, lo veían como algo malo o perverso. Y poner la masturbación femenina encima de la mesa de una forma tan guay fue muy liberador. Ha cambiado la forma de tratar el tema”.

Para terminar, un juego. Tiene que soltar lo primero que le venga a la mente ante las siguientes palabras. ¿Trío? “Una fantasía que mola muchísimo pero que parece que siempre tiene que ser con dos chicas”. ¿Transexualidad? “Un avance”. ¿Maternidad? “Una carga muy bonita si no recayera todo el peso de los cuidados en nosotras”. ¿Punto G? “Sobrevalorado. Menos andar buscando el punto G y más buscar el clítoris, ¿puede saber ya la gente en 2021 dónde está el clítoris? Por favor… que no es Sri Lanka”. ¿Porno? “Me faltan las etiquetas para encontrar lo que yo quiero. Necesita un cambio profundo. Para encontrar un vídeo en el que no se trate a la mujer como a un trapo tengo que estar buscando dos horas”. ¿Sexting? Una cosa muy sana, aunque por culpa de la sociedad en la que vivimos parece más un riesgo para nosotras que un juego sexual”.

Ya ven que no mentíamos. Seguro que John Waters está orgulloso de ella.

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