Podemos empezar el artículo con un ‘¡ay va qué chorrazo!’ o podemos explicarte que hemos venido aquí a hablar de secreciones, en concreto de las que produce el cuerpo femenino durante la estimulación sexual. De cualquier modo, por primera vez y sin que sirva de precedente, rompemos una lanza para asegurar que a pesar de que no todo lo que se ve en el porno es cierto, en este caso el squirt es tan real como el pene de Nacho Vidal. Quizá no tan espectacular, pero real.
No obstante, ni las mujeres ni los expertos se ponen de acuerdo. El debate sobre su existencia, y yendo un paso más allá, sobre si squirt y eyaculación femenina son el mismo fenómeno, aún no está zanjado. Controvertido como el final de Perdidos o la presencia de uvas pasas en un mix de frutos secos, el líquido que algunas mujeres expulsan antes o durante el orgasmo ¿procede de la vejiga o de las glándulas de Skene?, ¿es transparente o blanquecino?, ¿indica que se está disfrutando más o no tiene nada que ver? Veamos.
¿Qué es el squirt?
¿Alguna vez te ha dado la sensación de que te ibas a hacer pis durante la estimulación sexual o has creído haberte orinado dejando la cama empapada? Pues básicamente eso es el squirt. El término es inglés y significa literalmente ‘chorro’. Se ha puesto de moda por su representación en películas pornográficas y, a pesar de la falta de consenso, la mayoría de los estudios sobre el tema confirman que no tiene nada que ver con la eyaculación femenina.
La eyaculación femenina, documentada en la literatura médica desde hace más de 2000 años, ni es ni tiene que ser como la masculina. Se trataría de un líquido transparente o blanquecino muy similar al flujo vaginal y que se segrega en pequeñas cantidades y en determinadas circunstancias. ¿De dónde procede? De lo que se suele denominar la ‘próstata femenina’, unas glándulas uretrales también conocidas como glándulas de Skene que se localizan alrededor de la uretra. Se expulsa por la vagina, aunque normalmente se queda en su interior, y está más asociada al momento del clímax que el squirting.
El squirt, por su parte, es un líquido transparente que, según ha demostrado el estudio realizado por Rubio-Casillas y Jannini, procede de la vejiga y se expulsa por la uretra en forma de chorro abundante. No tiene nada que ver con el semen, principalmente contiene orina diluida y, según algunos expertos, también secreciones prostáticas. Es completamente inodoro y puede ocurrir durante el orgasmo o de forma independiente a este.
¿Es un mito o una realidad?
Mito es que las vitaminas del zumo de naranja se van si no te lo bebes rápido, el squirt es verdad verdadera. Y no lo decimos nosotros. Según explicó la sexóloga Lorena Berdún en un programa de la Sexta Noche emitido en 2019, sí existe, es exactamente “como si pinchásemos un globo”, no todas las mujeres lo tienen y se puede entrenar. Berdún también aseguró que te puede pasar una vez en la vida y no volverte a pasar, así que ojo con obsesionarse, porque no tiene por qué implicar mayor placer ni un orgasmo más intenso. Lo que sí es francamente divertido es el camino para intentar conseguirlo.
¿Se puede hacer squirt a solas?
Hay cosas que no puedes hacer a solas (natación sincronizada, echar un pulso, la coreografía de Dirty Dancing) pero el squirt no es una de ellas. Hay pocos placeres que se resistan a unas manos diestras y a un juguete bien cargado. La falta de compañía alivia además la posible presión por conseguirlo y elimina cualquier frustración. Aunque debemos dejar claro que puede que no pase nunca y que eso no significa absolutamente nada. Lo que cuenta en este caso es deleitarse en el recorrido.
Cómo hacer squirting paso a paso
Si Zamora no se ganó en una hora, tú no vas a lograr un squirt en quince minutos. Relajarte, dedicarte tiempo, recorrerte con mimo buscando las zonas más sensibles a las caricias, encontrar la presión y el movimiento justos hasta alcanzar un punto de excitación sin retorno… es decir, el squirt requiere exactamente lo mismo que cualquier estimulación sexual de calidad.
Conoce tu cuerpo al detalle
Esto es lo mínimo, ¿no? Saber dónde está cada cosa y para qué sirve es un conocimiento básico para disfrutar de nuestro cuerpo. Explórate a conciencia, como si fueras de vacaciones a una ciudad extranjera y no quisieras perderte nada. Crea el ambiente adecuado. Cada mujer debe saber qué le gusta y de qué manera, pero hay lugares que nunca defraudan. Pezones, cara interna de los muslos, labios vaginales y clítoris. Detente aquí el tiempo que necesites, ¿cuánto? Mucho.
Mastúrbate mucho
En eso estamos. Tocándonos a conciencia, imprimiendo a nuestros dedos la fuerza y el ritmo que la excitación pide en cada momento. Después de la estimulación externa damos paso a la interna. Utiliza siempre un lubricante de base acuosa, facilita el deslizamiento y potencia las sensaciones ayudándote en tu cometido. Introduce un par de dedos en la vagina buscando el punto G, recuerda que creas o no en su existencia, hay una zona más rugosa en la pared frontal de la vagina y a una distancia de entre 3 y 5 centímetros de la abertura vaginal que es especialmente sensible a las caricias.
Busca el placer y no el squirt. El masaje con las yemas de los dedos debe dejar paso a ligeros golpecitos. Puede entonces llegar el momento en el que aparezcan unas repentinas ganas de hacer pis. También puede, y normalmente ocurre, que el cuerpo reaccione evitándolo, por eso es fundamental alcanzar un estado de relajación en el que consigas dejarte llevar.
Ayúdate de juguetes sexuales
No rechaces jamás la ayuda del juguete sexual adecuado. Y para el tema que nos ocupa el más indicado es un vibrador conejito rampante diseñado específicamente para estimular simultánea y eficazmente el punto G y el clítoris. Por supuesto, siempre con lubricante, introduce la parte insertable del juguete en la vagina buscando la posición que te resulte más cómoda. Deja después que el brazo externo se apoye sobre tu clítoris y pon el motor en marcha explorando los diferentes patrones e intensidades.
No corras, no hay prisa
No eres cenicienta y no tienes que llegar a casa a las doce, así que tranquila. La clave es probar y disfrutar. Puede que pase hoy o puede que no ocurra nunca. ¿Estás excitada?, ¿te estás divirtiendo?, ¿sientes cómo la sangre se agolpa como un torrente en los genitales y la lubricación se desborda? Sigue, vas por buen camino.
Nuestros consejos para conseguir un squirt
- Dicen que la olla vigilada nunca hierve, con esto pasa lo mismo. Obsesionarnos y frustrarnos eliminará cualquier posibilidad de que ocurra.
- Relájate y excítate mucho.
- Aunque la estimulación interna suele ser la clave del squirt, nunca te olvides del clítoris.
- Utiliza lubricante y tu juguete sexual preferido.
- Recuerda que cada cuerpo es distinto.
- Si no pasa hoy, prueba mañana.
- Si sientes unas repentinas ganas de hacer pis durante la estimulación, no te asustes ni te reprimas.
- Y ahora, dale a tu cuerpo alegría, amiga.
