A estas alturas del partido el sexo anal es tan transgresor como Alaska o Ramoncín. A nadie le rompe ya los esquemas que en una serie se haga una alusión al tema o que tu amiga te cuente que lo practicó ayer por la noche. O no debería. Ahora sabemos que no todo gira en torno al coito, que la penetración vaginal no es la única forma válida de tener sexo y que el placer tiene muchos caminos. La verdad que nos contaron no era cierta. Así que si llevas años disfrutando del sexo anal, nuestra más sincera enhorabuena. Este post, además, no es para ti, puedes pasar sin miedo a perder comba al siguiente. Pero si hace unos años te parecía impensable, te daba miedo, vergüenza, pensabas que no estaba hecho para ti o que tu vida sexual estaba bien como estaba y ahora te planteas abrir tu cuerpo a nuevas y muy gratas experiencias, solo podemos gritar bien alto un ¡viva! y darte todo nuestro apoyo en forma de sabios consejos. Esto, camarada, es todo lo que necesitas saber para iniciarte en el sexo anal.
Lo primero que deberíamos tener claro es que el ano es un espacio de placer común a todos. Todos tenemos uno y, dejando a un lado comentarios absurdos que aluden a sus funciones fisiológicas como argumento para convencernos de que es un lugar sucio o poco deseable, está repleto de terminaciones nerviosas que tratadas de la manera adecuada nos reportarán un placer de la leche (perdón, queda mejor decir sin paragón). ¿Listos para desplegar un abanico de sensaciones excepcionales? Allá vamos.
¿Qué necesitas si es tu primera vez en el sexo anal?
Ganas. Parece obvio pero no siempre lo es. Supongo que serás consciente de que es lo primero y más necesario a la hora de embarcarte en cualquier practica sexual. Esto no es como ese cumpleaños por compromiso o levantarte para ir al trabajo, esto lo hacemos para disfrutar y divertirnos. Si no te apetece, no es tu momento. Nada de ‘venga, hazlo por mí’ ni chantajitos similares.
Ahora bien, no dejes que el miedo arruine tus mejores orgasmos. Olvídate de temores y tabúes, ¿duele? No tiene por qué. Evidentemente, si la zona no está suficientemente relajada ni lubricada y de repente te penetran, sí, duele. ¿Cómo evitamos entonces que resulte doloroso? Mucho lubricante, muchísima excitación previa y nada de prisas.
Preservativo siempre
¿Hay que usar condón para practicar sexo anal? La respuesta es sí, y por más de un motivo. Durante el sexo anal el único peligro que desaparece es el de embarazo no deseado, pero sí puedes contraer enfermedades de transmisión sexual como clamidia y gonorrea y, aunque el riesgo es menor que en la penetración vaginal, también es posible la transmisión del VIH.
Además, el uso de preservativo evita el contacto con las bacterias que se encuentran en la materia fecal. Si estas bacterias entran en contacto con la mucosa vaginal la probabilidad de contraer vaginosis bacteriana es muy alta. Usa un condón para la penetración anal y otro nuevo para la penetración vaginal, o lávate con esmero antes de pasar de un orificio a otro. Tú verás lo que resulta más cómodo.
Lubricante específico para sexo anal
Lubricante, mucho lubricante. Ese es el secreto de un sexo anal increíble y agradable. El ano, a diferencia de la vagina, no lubrica de forma natural y, además, su apertura es mucho más estrecha. Así que no hay que escatimar en una buena loción diseñada específicamente para humedecer, hidratar, relajar y dilatar. ¿Cuánto debes usar? Tanto como necesites, hasta que la fricción desaparezca y todo esté resbaladizo.
No haría falta ni comentarlo, pero si tu fantasía es recrear El último tango en París, olvídalo. Violación y mantequilla, por favor… Los trucos caseros no funcionan y la saliva reseca, recuérdalo. Por suerte, el mercado ofrece muchísimas y seguras posibilidades que se dividen en tres grandes grupos: lubricantes de base de agua, de base de silicona, y mixtos.
Los lubricantes anales de base acuosa son geniales para iniciarse, no dañan los preservativos ni los juguetes eróticos fabricados en silicona, son ligeros, sedosos y fáciles de limpiar. Los de silicona suelen ser más duraderos y son resistentes al agua (si buscas uno de silicona compatible con condones de látex apuesta por la marca pjur). Los mixtos como el pjur Power Premium Cream están pensados para prácticas más duras (date tiempo).
Cómo iniciarse en el sexo anal paso a paso
- A solas o en pareja, estimula primera el resto de tus zonas erógenas hasta lograr un nivel de excitación muy alto (justo ese en el que la cabeza se te nubla y ya no te importa nada).
- Lubrica ahora la parte externa del ano, utilizando las yemas de los dedos y realizando movimientos circulares.
- Nada de prisas. Muy poco a poco y cuando la zona esté relajada y lubricada comenzamos con la dilatación. Para esto recomendamos un buen plug anal (juguete pequeño y con forma cónica diseñado para este fin). Introdúcelo muy poco a poco. Si prefieres hacerlo sin juguetes opta por los dedos, primero uno, lentamente, y después otro.
- Cuando la persona que está recibiendo la estimulación esté lista, se puede pasar a la penetración con el pene. Una vez más, nada de entrar de golpe. Y si duele, para. Más que un sprint es una carrera de fondo, no gana el que llega antes.
Las mejores posturas para iniciarse en el sexo anal
- Existen algunas posturas que facilitan la práctica de sexo anal y resultan más cómodas para iniciarse que probar haciendo el pino puente.
- La cucharita es la más recomendado para las primeras veces. ¿Cómo se hace? Los dos tumbados mirando hacia el mismo lado. Facilita la estimulación y fomenta la intimidad.
- El misionero pero al revés: esta postura resulta muy cómoda. El que va a ser penetrado se tumba boca abajo y el que va a penetrar se acomoda sobre él. Cuando la penetración avance y todo fluya, esta postura permite un cambio rápido hacia la del ‘perrito’.
- La amazona a la inversa: uno se tumba boca arriba completamente estirado y otro se sienta sobre él dándole la espalda y apoyando las manos sobre las piernas de la pareja.
Nuestros consejos para tener sexo anal por primera vez
- Si lo haces con alguien con quien tengas mucha confianza será más sencillo olvidarte de miedos y vergüenzas.
- Extrema la higiene. Lo del enema es opcional pero lava la zona adecuadamente antes de comenzar.
- Utiliza mucho lubricante.
- Recuerda que no hay por qué llegar hasta el final el primer día, puede ser algo progresivo.
- Es necesario estimular el resto de zonas erógenas previamente para alcanzar un nivel de excitación muy alto.
- Una vez que pases a la zona anal, recurre a los dedos o a pequeños plugs anales para dilatar poco a poco.
- Si te duele, dilo y para.
