Ya lo cantaba Merche, abre tu mente y descubrirás lo que disfruta la gente en la vida. Una letra muy apropiada para el tema que nos concierne, así que un par de favores, jamás vuelvas a tomarte mal que te manden a tomar por culo, porque el deseo de una buena estimulación anal es mejor que el de feliz navidad, y presta atención, porque un mundo nuevo, mejor y más excitante, te espera al otro lado de la frontera.
¿Orgasmos anales? A cientos, por favor. Tres cositas antes de dar paso a nuestra guía detallada: el ano es una de las mayores zonas erógenes del cuerpo y sus paredes están repletas de terminaciones nerviosas, no tiene orientación ni género y sí, necesita ciertos cuidados, no puedes embestir en plan miura porque no hay esfínter que no se resienta ante una acometida sin tiento, paciencia y mucha mucha lubricación.
Poco a poco, no tengas prisa
Intensos, sosos, veloces, arrolladores, múltiples… sí, hay muchos orgasmos, pero no son tipos distintos, sino diferentes formas de vivirlos y de alcanzarlos. Igual que no disponemos de una única zona erógena (a dios gracias), tampoco hay una sola manera de llegar al clímax. Información que deberíamos grabarnos a fuego para no centrarnos únicamente en los genitales y perdernos cosas fantásticas. ¿Se puede, entonces, llegar al orgasmo mediante la estimulación anal? Por supuesto. ¿Y cómo es ese orgasmo? Francamente poderoso, suele resultar más intenso y duradero en el caso de los hombres y también en las mujeres si se combina con la estimulación del clítoris.
De hecho, los datos avalan nuestras afirmaciones. Conforme los prejuicios van desapareciendo se incrementa también el número de personas que disfrutan con la estimulación anal. Una encuesta publicada en el Journal of Sexual Medicine reveló que en 1992 solo el 16% de las mujeres estadounidenses entre los 20 y los 24 años había tenido sexo anal. La cifra, sin embargo, fue creciendo gradualmente, y en 2010 alcanzó el 46%.
El secreto para alcanzar el clímax a través de esta práctica es la paciencia. Antes de penetrar hay que excitar, masajear, relajar y dilatar. Acordémonos de ese programa noventero presentado por Bertín Osborne y llamado Contacto con tacto (ideaca), pues era regulero, pero el nombre, como la canción de Merche, nos viene al pelo. Lo primero que necesitas son ganas y lo segundo, tiempo. Si es tu primera vez y piensas que te va a doler, tu cuerpo se preparará para el dolor tensándose. Comienza acariciando la zona externa con las yemas de los dedos, poco a poco. Hacerlo en la ducha también es una idea excelente. La desnudez y el agua caliente contribuirán a la relajación de los músculos.
Introduce un dedo muy despacio haciendo movimientos circulares y dando tiempo a que los esfínteres se dilaten. Cuando sientas que se empieza a dilatar lo suficiente añade otro dedo a la ecuación. Recuerda, además, que cuanto mayor sea el nivel de excitación previo antes de lanzarte a la exploración anal, más fáciles y placenteros serán los siguientes pasos.
Utiliza juguetes sexuales
La juguetería erótica ha llegado para facilitarnos la vida, así que valgámonos de ella para lograr nuestros objetivos. Existen distintos tipos de juguetes destinados exclusivamente a la estimulación anal, desde los consoladores más tradicionales a las bolas tailandesas, los vibradores dotados de potentes motores y los plugs anales, perfectos para iniciarse en el juego y ayudar a la dilatación. ¿Por dónde empezar?, ¿cuál es el juguete más apropiado para primerizos?, o ¿qué clase de características debe tener un juguete para que se pueda utilizar en la estimulación anal?
Consoladores anales
Como puedes imaginar, no te recomendamos penetrar un ano asustado y sin dilatar con un dildo de 30 centímetros. Hay diferentes tipos de consoladores anales, fabricados en distintos tamaños y con distintos materiales. En el caso de los más clásicos (grandes y con forma fálica), es mejor reservarlos para juegos más avanzados. A la hora de elegir el consolador anal ideal para ti, ten en cuenta sus medidas (tanto la longitud como el grosor), su material (el más seguro e higiénico es la silicona médica) y, por supuesto, asegúrate de que cuenta con un tope de seguridad que evite que el juguete sea absorbido por el intestino (puede pasar y no es agradable).
Bolas Tailandesas
A diferencia de las bolas chinas, mucho más populares, las bolas tailandesas aún son grandes desconocidas. Sin embargo, se trata de un juguete ideal para hombres y mujeres, perfecto para dilatar el ano, para estimularlo, y para incrementar la excitación y la intensidad de los orgasmos. Si tenemos que definirlas, podríamos decir que se trata de una estructura alargada, una especie de ristra de esferas o cuentas que van de menor a mayor tamaño específicamente diseñada para su inserción en el ano.
Si tenemos que recomendar un juguete anal para principiantes nos debatiríamos, sin duda, entre las bolas tailandesas y los plugs anales. Fáciles de colocar, el aumento progresivo de su tamaño ayuda a que la inserción sea cómoda e indolora. Y además, si utilizas las bolas tailandesas mientras te masturbas, te masturban o estás disfrutando de cualquier otro tipo de práctica, extrae una a una cada bola cuando sientas que va a llegar el orgasmo. La experiencia será increíble.
Vibradores anales
Esto ya son palabras mayores. Dotados de al menos un motor para generar vibraciones con distintos patrones e intensidades, los vibradores anales son el juguete ideal para alcanzar el orgasmo. ¿Y lo mejor? Que existen tantos tipos como gustos. Vibradores anales diseñados para masajear la próstata (donde se encuentra el punto P masculino) y el perineo simultáneamente como el Lovense Edge, vibradores anales con control remoto como el Svakom Primo, vibradores anales con función calor como el Tilt de Lora DiCarlo, vibradores anales clásicos como el Billy 2 de LELO… las opciones son infinitas y también el placer que reportan.
Plugs anales
Con o sin vibración (nosotros los preferimos con), los plugs anales cuentan con una punta cónica y estrecha que se va ensanchando paulatinamente para lograr una dilatación progresiva y placentera. Perfectos para relajar la musculatura, como juego previo y para utilizar durante otro tipo de estimulaciones, hay muchísimo donde elegir. De silicona médica, de acero, de cristal, con diamantes, con colas, con vibración... El mundo de los plugs anales es inmenso e interminable, para toda clase de gustos y fetichismos.
Lubricante, lo más importante
Que no te confunda que este sea el último punto, porque lo hemos dejado para el final precisamente por ser el más importante. La línea entre el placer y el dolor en la estimulación anal es el lubricante. Primer consejo: nunca será mucho. Ser cicatero con el lubricante no te va a salir a cuenta. Haznos caso. Segundo consejo: elige el más adecuado según tus gustos y necesidades. Todavía hay quien piensa que para este tipo de prácticas se debe optar siempre por uno de silicona, pero no es cierto. Aunque las lociones con base de silicona pueden ser perfectas, también hay muchos lubricantes con base de agua ideales para el sexo anal.
En EroticFeel encontrarás una categoría específica de lubricantes anales en los que encontrarás exactamente lo que estás buscando: compatibles con preservativos de látex, aptos para utilizar con juguetes sexuales de silicona, relajantes, perfectos para iniciarse, elaborados para prácticas más duras, y hasta veganos.
Recuerda aplicarlo con generosidad antes de empezar la aventura y repetir de nuevo cada vez que sientas que la humedad desciende. Los orgasmos anales te aguardan, a por ellos.
