Cómo estimular el punto G

Cómo estimular el punto G
EroticFeel 15/2/2023

Existe en algunas mujeres, existe en todas, no todas lo encuentran, no existe… el debate lleva abierto décadas y ha dado lugar a una confrontación entre las que aseguran que sí, que por supuesto, a mí me lo vas a decir, y las que lo han buscado sin fruto más de lo que buscaron el vestido para la boda de su mejor amiga. En cualquier caso, el punto G ha alcanzado la categoría de mito, como Marilyn, Elvis o Jesús Gil, y es nuestro deber (y obligación) como los Indiana Jones del placer que somos, atrevernos a buscarlo.

Sin obsesiones ni frustraciones, sin olvidar nunca que el clítoris es el único y verdadero órgano de la satisfacción femenina (con permiso de las demás zonas erógenas) y con el ánimo de disfrutar de la experiencia, nos embarcamos en el viaje a lo desconocido sin Pinta, sin Niña y sin Santa María pero con lubricante, juguetes y muchas ganas. ¿Vienes?

Antes de empezar, ¿qué es y dónde se encuentra el punto G?

Vamos al origen del término. En los años 40, el médico alemán Ernst Gräfenberg descubrió una zona erógena en la pared anterior de la vagina, en torno a la uretra, que relacionó con el orgasmo y la eyaculación femenina en su artículo «The role of the urethra in female orgasm» (International Journal of Sexology, 1950; 3: 145-148). En los 80, y ya sin Gräfenberg de cuerpo presente, los médicos Ladas, Whipple y Perry, retomaron el tema y bautizaron la zona como Punto Gräfenberg, es decir (y por abreviar) punto G.

Es entonces, a partir de los 80, cuando la expresión punto G se populariza para denominar una zona especialmente sensible y cuya estimulación reportaría increíbles orgasmos. ¿Y dónde está? A una profundidad de entre 3 y 7 centímetros en la pared anterior de la vagina (a medio camino entre la parte posterior del hueso público y el cuello del útero, a la altura del cuello de la vejiga). Con una tacto más rugoso y un poco sobresaliente, lo han descrito como una zona de unos dos centímetros y la forma más fácil de localizarlo sería introduciendo los dedos y moviéndolos, imitando el gesto de ‘ven aquí’.

Lo que sí debe quedar clarísimo es que no existe un orgasmo vaginal y un orgasmo clitoriano, que el orgasmo es solo uno aunque se pueda alcanzar de distintas formas y que las caricias que excitan a tu vecina no tienen por qué tener en ti el mismo efecto. Puede que tú logres un orgasmo fantástico mientras te estimulan los pezones y ella durante la penetración en una postura concreta, y resulta que da lo mismo, lo único importante es disfrutar de la sexualidad conociendo el propio cuerpo.

Formas de estimular el punto G

El punto G, como absolutamente todas las zonas erógenas, se puede estimular de diversas formas: manualmente (con los dedos), con juguetes eróticos (la tecnología ha avanzado tanto que existen algunos realmente eficaces diseñados específicamente para alcanzarlo), y a través de la penetración (hay posturas que favorecen que el pene acaricia la zona concreta). Por supuesto, lo más recomendable es probar todas y cada de ellas porque delimitar el placer no tiene sentido.

¿Un buen consejo? Para disfrutar, el contexto psicológico debe ser el adecuado, es decir, no estás buscando oro en una cueva, sino nadando entre delfines. Como en cualquier experiencia sexual, las fantasías y la excitación deben estar presentes (acaricia, roza, besa y lame todo lo que te encuentres).

Estimular el punto G con los dedos

Tumbada boca arriba, relajada, excitada, con las piernas abiertas y con ayuda de un poco de lubricante de base de agua, acaricia primero los labios vaginales, la entrada de la vagina y el área que rodea al clítoris. A continuación y con la palma de la mano hacia arriba, introduce dos dedos en la vagina (anular e índice) y muévelos suavemente como si estuvieras haciendo el gesto de ‘ven aquí’. El ritmo y la presión los marcas tú escuchando a tu cuerpo.

Estimular el punto G con juguetes eróticos

El universo de los juguetes eróticos es tan amplio que resulta prácticamente inabarcable. En los últimos años las opciones se han multiplicado, lo que resulta maravilloso para los que saben exactamente lo que están buscando. Y nosotros lo sabemos: juguetes eróticos para estimular el punto G. Para empezar, se trata de juguetes con una forma alargada para su inserción en la vagina y con una punta curvada en el ángulo exacto que permite alcanzarlo y masajearlo.

Y dentro de esta categoría tenemos: vibradores de punto G (dotados con motor para estimularte con distintos patrones y ritmos de vibración), consoladores de punto G (sin motor para una estimulación manual en la que tú imprimes la fuerza y la velocidad que quieres en cada momento) y vibradores conejito rampante (que suman a la estimulación del punto G la estimulación del clítoris para un orgasmo asegurado).

Vibradores de punto G

Todas las grandes marcas cuentan en su catálogo con una amplia colección de vibradores de punto G, así que la elección dependerá de tus preferencias y de tu bolsillo. Entre los más económicos destaca el Satisfyer Charming Smile y el Satisfyer Petting Hippo (ambos con 12 patrones de vibración distintos), el Satisfyer Hot Spot (compatible con app y con función calor), o el Svakom Cici (con una punta acanalada y flexible que llega a cualquier recoveco).

LELO, la marca sueca de lujo, ofrece, por su parte, algunos vibradores de punto G que harán las delicias de las más sofisticadas, como el LELO Elise 2 (con dos poderosos motores y completamente sumergible) o el LELO Mona Wave (dotado con la tecnología WaveMotion para que se balacee en tu interior imitando la más experimentada estimulación manual).

Consoladores de punto G

Sin motor pero con una forma que te quitará el hipo, nosotras nos quedamos con los consoladores de cristal de Cincuenta sombras de Grey o Pipedream. Lo mejor del vidrio es que permite jugar con las sensaciones térmicas calentándolo o enfriándolo para experimentar distintos placeres.

Vibradores conejito rampante

Como decíamos, los vibradores conejito rampante estimularán al mismo tiempo el punto G y el clítoris, y justo por eso son los preferidos de muchísimas mujeres que no se quieren perder nada. Las opciones, una vez más, son enormes. Desde el Satisfyer Mono Flex (compatible con app y muy económico) o el Satisfyer Supernova (compatible con app y que en lugar de estimular el clítoris con vibración lo hace con succión) hasta los maravillosos LELO Ina Wave o LELO Soraya Wave que se balancean dentro de ti imitando la mejor estimulación manual.

Mejores posturas sexuales para la estimulación del punto G

Existen determinadas posturas sexuales que favorecen la estimulación del punto G y muchas de ellas son tan comunes como la penetración de la vagina desde atrás mientras la mujer está apoyada sobre manos y rodillas (la popularmente conocida como el perrito) o la de ella a horcajadas sobre él dominando los movimientos (la amazona).

El perrito

Excitante y muy placentera, la postura del perrito (en este caso y como hablamos de punto G, la mujer se coloca ‘a cuatro patas’ sobre manos y rodillas mientras la penetran desde atrás) garantiza una penetración profunda y deja las manos libres para la estimulación de otras zonas erógenas como los pechos o el clítoris. Esta es una de la postura más recomendado por los sexólogos para la estimulación del punto G.

La amazona

En este caso, la mujer se coloca sobre el hombre como si estuviese cabalgando y domina la profundidad de la penetración y el ritmo. Esta postura no solo facilita la estimulación del punto G, también permite las caricias y el roce con el clítoris, lo que siempre es de agradecer.

La profunda

Vamos ahora con ‘la profunda’, una postura que, si bien es ideal para estimular el punto G, no es para todos. La mujer, tumbada, doblará las piernas hacia su pecho colocando los pies sobre los hombros de su pareja que, tumbado sobre ella, la penetrará. Esta posición permite también la estimulación del clítoris pero puede resultar incómoda para algunos.

Nuestros consejos para estimular el Punto G correctamente

  • No te obsesiones y recuerda siempre que el mayor órgano de placer de la mujer es el clítoris.
  • Tanto si vas a estimularlo manualmente como si vas a utilizar un juguete erótico aplícate siempre lubricante de base de agua.
  • No centres ningún encuentro sexual en la búsqueda del punto G, deja que forme parte del repertorio sin olvidar el resto de zonas erógenas.
  • Para estimularlo manualmente, recuerda: manos siempre limpias y uñas cortas.
  • Si has decidido comprar un juguete erótico para estimular el punto G lo mejor es que apuestes por un conejito rampante elaborado en silicona de grado médico.
  • Si duele o molesta, para. No todas las mujeres tienen las mismas sensaciones al acariciar esta zona de la vagina.

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