El mapa del placer de la mujer, Las zonas erógenas que no sabías que tenías, Puntos erógenos que debes conocer… los titulares abundan y parecen indicar que existe todo un mundo de lujuria y sensaciones desconocidas que podemos alcanzar siguiendo unas pautas precisas. ¡Sigue estos 7 pasos y tu orgasmo será de película! ¿Mentira? Evidentemente. Lo que sí es cierto es que la ecuación de la sexualidad se ha limitado durante demasiado tiempo a unos besos, unas caricias más o menos experimentadas (pero siempre en el mismo sitio), y penetración. Y (¡oh, sorpresa!) esta pauta no satisface por igual a todos y muchos menos a todas. Por eso aquí vamos a indagar hoy sobre el placer que se esconde en una zona concreta de la anatomía femenina conocida como Punto U.
Antes de empezar, ¿qué es y dónde está el punto U?
Dejemos claro primero que conocer las diferentes partes de la vulva y sus funciones es importantísimo, y no solo para disfrutar de todo el placer que puede proporcionarnos nuestro cuerpo, también para cuidar de nuestra salud e identificar posibles problemas. Así que vamos a ello. Entre el clítoris (la estrella de la función) y la entrada de la vagina (que siempre se visita) hay una inevitable zona de paso a la que no solemos prestar demasiada atención. Es el punto U, denominado así porque hace referencia al entorno de la abertura de la uretra o meato uretral.
Este meato urinario es el pequeñísimo agujero donde termina la uretra y por el que sale la orina. A diferencia del meato masculino (por el que además de la orina sale el esperma), el femenino no tiene ninguna función reproductiva y pertenece exclusivamente al sistema urinario. Sin embargo, a sus lados se encuentran las conocidas como glándulas uretrales o glándulas de Skene, encargadas de producir algunos de los fluidos que produce el cuerpo antes y a veces después del orgasmo (lo que algunos expertos llaman eyaculación femenina).
Esta zona, la que rodea el meato uretral, es el punto U, un área muy sensible (todas las partes de la vulva lo son) y, por lo tanto, receptiva a diferentes formas de estimulación: caricias manuales o con el pene, estimulación oral, o vibraciones mecánicas con un juguete erótico.
Formas de estimular el punto U
Y aquí llega la parte divertida, el momento Livingstone en el que nos ponemos a explorar cómo nos gusta que nos estimulen las diferentes zonas erógenas de nuestro cuerpo. Quizá no descubramos las cataratas Victoria, pero sí podemos desatar cascadas.
De forma manual
Las manos limpias y las uñas cortas, por favor. Con un poco de lubricante de base de agua, utiliza las yemas de los dedos para recorrer suavemente la zona desplazándote primero por los labios vaginales hacia arriba y hacia abajo. Olvídate del clítoris (solo de momento) y localiza el punto U para masajearlo en círculos y sin aplicar demasiada presión mientras notas como la excitación y la lubricación aumenta. Por supuesto, no se trata solo de limitarte a la zona de la uretra, sino de tenerla en cuenta, de no pasarla de largo en las caricias que guían tus manos desde el clítoris a la vagina.
De forma oral
Comprobarás que la estimulación oral es altamente eficaz si no te olvidas de recorrer todos los puntos sensibles de la vulva. Igual que en el caso de las caricias manuales, comienza suavemente, sin pausa pero sin prisa, y acostúmbrate a observar las reacciones de tu pareja. Conforme la excitación avance, también han de hacerlo la velocidad y la presión que aplicas.
Con el pene
Las caricias y la presión que puedes ejercer con el pene sobre los diferentes puntos de la vulva, incluido el punto U, puede resultar menos eficaz que la estimulación manual u oral, pero muy excitante. No se trata de conseguir que la otra persona llegue al orgasmo, sino del placer por el placer y de incrementar la pasión del momento. Juega con la punta del pene rozando, presionando o dando ligeros golpecitos sobre el punto U y también sobre el clítoris, los labios y la abertura de la vagina (recuerda lo que te contamos sobre la técnica africana llamada Kunyaza).
Nuestros consejos para estimular el punto U correctamente
- Introduce la estimulación del punto U en el repertorio de tus caricias sin olvidar el resto de zonas erógenas.
- Para las caricias con los dedos, utiliza siempre un buen lubricante de base de agua.
- Combina diferentes estimulaciones: manual, oral, con el pene o con un vibrador (los wand son perfectos) utilizando los patrones de vibración más suaves (al menos al principio).
- No se trata de llegar al orgasmo, sino de obtener más placer e incrementar la excitación.
- Si estás estimulando a tu pareja, observa sus reacciones y pregunta.
- Recuerda que se trata de una parte altamente sensibles, comienza despacio y ya aumentarás la velocidad y la presión conforme avance la excitación y el cuerpo lo pida.
