Mitos sobre el pene

Mitos sobre el pene
EroticFeel 23/8/2022

Esta historia sobre un falo no tiene nada de falso. Hace unos años, la pareja de una amiga se tatuó una corona y dos alas en el pubis. La idea, suponemos, era entronizar su pene alado para alabanza y gloria de su nombre. La evolución, como vemos, tiene sus fallos. Y aunque esto no sea ejemplo de nada (esperemos), sirve para entender el culto a un miembro sobre el que se yergue una cultura. Motivo artístico desde la época de las cavernas, en su grosor y tamaño descansa la virilidad de la mayoría, pero ¿cuánto sabemos de verdad sobre él? Porque si tiene nombres mil, como bien nos enseñó Dantés, también circulan mil mentiras que hemos elevado a la categoría de mitos. Te adelantamos el primero: la nariz de Adrien Brody dará personalidad a la cara, pero no implica tener un pene como el de Fernando VII.

El tamaño del pene tiene relación con la talla de pie

No ha nacido el hombre que no se haya cuestionado alguna vez el tamaño de su pene. ¿Es grande?, ¿es más pequeño que el del vecino? El porno, por supuesto, ha hecho muchísimo daño. Contemplar falos inmensos y en constante erección lleva irremediablemente al cotejo y, según explican todos los sexólogos, daña la autoestima. De hecho, existe el llamado ‘síndrome del vestuario’, la falsa percepción que algunos tienen de sus genitales al compararlos con los de otros. Para tu tranquilidad, la inmensa mayoría de los hombres tiene un pene promedio, es decir, de 9 centímetros en estado flácido y 13,1 cm en erección.

Pero, ¿podemos saber sin verlo cuál es el tamaño de un pene? Rotundamente, no. Ni la regla de la L (mediar la distancia entre el pulgar y el índice) ni la altura, el tamaño de la nariz o la talla de calzado tiene absolutamente nada que ver con el pene. De hecho, y como la ciencia se ocupa tanto de curar el cáncer como de cosas, digamos, más de andar por casa, un estudio realizado por el British Journal of Urology International despejó las dudas. Los investigadores midieron los pies y los penes de más de 100 hombres y no encontraron relación alguna entre ambas partes del cuerpo.

¿Conclusión? El Actor Secundario Bob no tiene por qué tener el pene de Nacho Vidal. Lo sentimos, pero solo viendo o palpando sabrás lo que hay ahí debajo.

El pene es lo más importante en parejas heterosexuales

¿Quién lo dice? Las partes del cuerpo con más terminaciones nerviosas son el glande del pene y el clítoris, pero hay infinitas maneras de estimularlas. De hecho, muy pocas mujeres llegan al orgasmo durante la penetración. El sexo oral, la masturbación o el uso de juguetes sexuales no solo forman parte de los mal llamados ‘preliminares’, sino que pueden reportar mucho más placer que la penetración.

Los penes muy grandes, por cierto, pueden provocar dolor en la pareja y suelen tener más problemas para mantener una erección continuada (sí, sorpresa, lo que ves en el porno no es real). ¿Otro dato? Tal y como nos explicó la psicóloga y sexóloga Laura Morán, la vagina solo es sensible en su primer tercio, así que no hay ninguna necesidad de llenarla como si se tratase de un botijo.

Los problemas de erección se presentan solo en hombres mayores

Según explica Celia Blanco en un artículo para El País, la disfunción eréctil afecta a uno de cada cinco hombres. Y no, no hablamos únicamente de hombres con más de 65 años. El estrés, los problemas laborales, los complejos, el consumo de drogas, alcohol y tabaco, los problemas vasculares o las cardiopatías (que sí, son más frecuentes en personas mayores pero puedan darse a cualquier edad) pueden ocasionar problemas a la hora de tener una erección.

La disfunción eréctil puede ser ocasional o repetirse en el tiempo y su origen puede ser psíquico o físico. En todo caso, le puede pasar a cualquier (sí, sí, a ti también) y lo más importante es acudir cuanto antes a un especialista para no sufrir a lo tonto.

Si tienes un pene pequeño no podrás satisfacer a una mujer

De nuevo el mismo problema, la masculinidad mal entendida. Y a un hombre, ¿puedes satisfacer a un hombre con un pene pequeño o solo importa tener uno bien grande si hablamos de satisfacerlas a ellas? Te daremos un dato de lo más esclarecedor. En estos tiempos en que Google es médico, padre, amigo y consultor, por cada pregunta que hace una mujer sobre el pene de su pareja, el buscador recibe 170 consultas masculinas. Y es más, más del 40% de las quejas femeninas acerca del tamaño hacen referencia al dolor durante las relaciones. ¿Les importar a ellas el tamaño? No tanto como a ellos.

De nuevo, tenemos que explicar que la parte más erógena del cuerpo femenino es el clítoris, que este órgano, creado solo para el placer, cuenta con más de 8.000 terminaciones nerviosas, y que la inmensa mayoría de las mujeres necesitan de su estimulación para alcanzar el orgasmo. Así que menos medir el pene y más atención a las manos (o a la lengua).

Si hay excitación, hay siempre erección

Cualquier hombre sabe que esto no es cierto. Ni tener una erección implica necesariamente que estés excitado ni su ausencia significa que no lo estés. Hay infinidad de causas orgánicas y psicológicas que intervienen en ambos casos. Así que sí, se puede estar excitado sin tener una erección y viceversa.

El miedo a fallar nos bloquea. Recuerda, ni tu pene (que está muy bien, no lo dudamos) es tan importante, ni en él reside el secreto del placer universal. Dale una tregua y disfrutará(s) mucho más.

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