AM Psicología explica cómo tratar las disfunciones sexuales sirviéndose de juguetes eróticos

AM Piscología explica cómo tratar las disfunciones sexuales sirviéndose de juguetes eróticos

Distintos estudios han demostrado que el sexo frecuente y de calidad está más ligado a la felicidad que el dinero. Una vida sexual satisfactoria implica no solo un mayor bienestar físico y emocional con la pareja, también una autoestima más alta y un mejor estado anímico. Pero, ¿el buen sexo nos hace más felices o ser más felices nos ayuda a tener relaciones sexuales más placenteras? Según nos cuenta la psicóloga y sexóloga Ainhoa Martínez Arroyo, las disfunciones sexuales relacionadas con problemas de ansiedad “no son algo que se comente, pero son muy frecuentes y la demanda de consultas es alta”. La mayoría de los pacientes que buscan ayuda en AM Psicología son jóvenes entre los 20 y los 30 años, parejas heterosexuales que están pasando por un cambio en su vida, que tienen problemas de trabajo o que vienen de relaciones breves y tienen unas expectativas que no se ajustan a la realidad que se encuentran. La ansiedad se proyecta entonces en problemas de erección, deseo, eyaculación precoz o falta de lubricación. ¿Tiene solución? Por supuesto. La sexóloga Ainhoa Martínez nos explica las fases de una terapia muy estructurada y con altísimos niveles de éxito.

“En primer lugar trabajo la reeducación y la reconexión con los sentidos”. En esta fase inicial entran en juego los masajes eróticos, el tacto, “no con un objetivo de excitación sino para que aprendan a disfrutar el momento sin prisas, les recomiendo el uso de lubricantes y de aceites”. La profesional ofrece a la pareja las pautas y herramientas necesarias para que se concentren en las caricias, en las sensaciones que les reporta cada parte del cuerpo. Cuando avanza la terapia el segundo paso es la masturbación, “en principio por separado para que no aparezca la ansiedad ante la relación sexual”. En esta segunda etapa recomienda la utilización de vaginas en lata para los chicos y en las chicas, “dependiendo de si se han masturbado antes o no, hay que empezar por la autoexploración para pasar luego, según sus necesidades, a la utilización de juguetes como vibradores o succionadores”.

El tercer estadio corresponde con la erotización sexual en pareja, se dejan a un lado los juguetes y se utiliza el tacto trabajando también la comunicación sexual y la visualización de fantasías eróticas. Tocarse solo por el placer de hacerlo. “Aquí la reeducación del pensamiento suele haber dado frutos y el nivel de ansiedad con frecuencia ya ha bajado”. La erotización orgásmica es el siguiente paso. “No se recomienda el coito, sino llegar al orgasmo sin penetración, que es la conducta en hombres que más problemas genera”. La sexóloga Ainhoa Martínez explica que “aunque se tiende a pensar que hay que terminar con el coito en realidad no es necesario, hay otras muchas formas de sexualidad”. Superadas las fases anteriores y habiendo logrado una buena erotización, el coito es, para el que lo desee, el examen final de la terapia.

Acudir a profesionales y no tener miedo de pedir ayuda es clave para superar los escollos que puedan menoscabar la vida sexual, tanto a solas como en pareja. La mayoría de las disfunciones tienen un origen psicológico (si es biológico requieren otro tipo de ayuda) y, como señala la sexóloga Ainhoa Martínez “de cinco consultas cuatro terminan en éxito”. Una buena estadística para no dejar que los problemas arruinen el placer de la felicidad que llega con un buen orgasmo.

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