Seamos francos, el perineo es para nosotros apenas nada, una parte del cuerpo diminuta a la que prestamos menos atención que al bazo. Tampoco debería sorprendernos, llevamos siglos centrando nuestra sexualidad en el pene y la vagina y prácticamente descubrimos el clítoris antes de ayer. Sin embargo, los antiguos textos de yoga ubican en el perineo el primer chakra o Muladhara y para la filosofía taoísta, en él se encuentra ‘el punto del millón de dólares’. No, no pretendemos ponernos espirituales, pero viajar nos gusta y si es por nuestra anatomía y en busca de placer, aún más. Súbete al tren porque el destino es un orgasmo agudo y profundo.
Antes de empezar, ¿qué es y dónde se encuentra el perineo?
El perineo es la región correspondiente al suelo pélvico, el área que se encuentra entre el ano y el escroto en los hombres y entre el ano y la vulva en las mujeres. Protege los músculos del piso pélvico, los vasos sanguíneos y los nervios que se utilizan para orinar o tener una erección. Muy sensible, es una de las principales zonas erógenas masculinas, lo que no quiere decir que no reporte placer también a las mujeres. La diferencia es que su masaje en los hombres estimula indirectamente la próstata.
Algunas filosofías orientales sitúan en el perineo el ya mencionado ‘punto del millón de dólares’. Este nombre se debería, según la leyenda, a que ese era el precio a pagar para que el maestro revelara su posición específica dentro de la zona perineal. Un lugar muy concreto que, presionado en el momento justo, inhibe el reflejo eyaculatorio retrasando el orgasmo y abriendo el camino hacia varios clímax seguidos durante la misma sesión. ¿Pagarías tú un millón de dólares por el secreto del multiorgasmo masculino y el control de la eyaculación?
Algunos sexólogos aseguran que presionar el perineo para retrasar la eyaculación no es lo más recomendable ya que podría provocar desagradables efectos secundarios como dolor pélvico o problemas en la próstata, así que evita apretar y acaricia, lame o utiliza un vibrador sobre la zona para experimentar un placer. Así lo aseguró la sexóloga Ruth González Ousset en un reportaje publicado por el ABC en 2018. Según esta experta, en el perineo se encuentra el denominado punto L y su estimulación provoca “un orgasmo más lento y progresivo, pero a la vez más profundo y fuerte”.
Cómo estimular el perineo con la lengua
Ahora que ya sabemos dónde está y todo el placer que esconde, toca disfrutar a lo grande. Los egipcios consideraban el sexo oral todo un arte y su popularidad no ha descendido ni una pizca con los siglos. Pero conviene saber que no hay que centrar la atención únicamente en el pene o el clítoris. En el caso de la anatomía femenina, los labios, la entrada de la vagina y el perineo concentran también un gran número de terminaciones nerviosas.
Y lo mismo ocurre con el cuerpo masculino, los testículos y la zona perineal son puntos erógenos de primer categoría que no se deberían descuidar. Utiliza la boca, la lengua y también las manos (a menos que las tengas atadas). Masajea el glande con la lengua y baja después a los testículos y al perineo. Combina la estimulación oral con la manual, acaricia el pene con las manos mientras continúas lamiendo el perineo sin prisa y variando la presión y el ritmo de tus movimientos.
Cómo estimular el perineo con la mano
Utiliza un poco de lubricante para favorecer el deslizamiento y potenciar las sensaciones y espárcelo después a lo largo del pene, el escroto y el perineo. Agarra el pene y acarícialo hasta que la erección sea potente sin olvidarte de presionar ligeramente los testículos (con la presión justa, no te pases). No hay que anticiparse, espera a que la excitación sea suficiente y, sin dejar de masturbar el pene con una mano, utiliza las yemas de los dedos de la otra para acariciar el perineo masajeándolo con cierta intensidad, pero sin presionar con fuerza.
Nuestros consejos para estimular el perineo correctamente
- Recuerda que el perineo es una zona erógena para hombres y mujeres, aunque en el caso de la anatomía masculina su masaje estimula directamente la próstata.
- Estimúlalo durante el sexo oral o la masturbación utilizando indistintamente la lengua o las yemas de los dedos para acariciarlo.
- Comienza con movimientos delicados y fíjate en su respuesta.
- Combinar la estimulación del perineo con la estimulación prostática provoca orgasmos intensísimos y para conseguirlo cómodamente existen juguetes específicos que masajean simultáneamente y con vibraciones ambas zonas.
- No te olvides del lubricante.
