Sexo con condón o verrugas genitales, ¿jugamos?

Safe sex or genital warts — wanna play?

Sí, estamos en 2020, y sí, aún tiene sentido escribir sobre el sexo con condón, o la necesidad de utilizarlo, o sobre el hecho de que el número de enfermedades de transmisión sexual haya crecido y el uso de los preservativos mermado. “No siento lo mismo”, “me corta el rollo” o “me aprieta” es el mantra más repetido después de ‘OM’. Según parece, por la proliferación de artículos del tipo “Los errores más comunes a la hora de usar preservativos”, “Cómo disfrutar del sexo con preservativo” o “En qué momento hay que ponerse el condón”, las campañas de concienciación desde aquel mítico ‘Póntelo, pónselo’ han calado a duras penas en una población sin miedo a las verrugas genitales.

Decimos desde ya que, por mucho que te incomode un preservativo, mucho menos divertida te resultará una gonorrea (suponemos, que hay gustos para todo). Y sí, tienes una pareja estable y vais a pasar el resto de vuestra vida juntos hasta que os derritáis como el queso fundido, pero según las estadísticas más de un 30% de las personas ha confesado haber sido infiel (eso los que lo han confesado, claro). Y te aseguramos que, si ya no tiene mucha gracia descubrir que tienes más cuernos que el padre de Bambi, enterarte por un herpes genital no es como para hacer una fiesta.

¿Se puede disfrutar del sexo con condón?

Repetimos, estamos en pleno año 2020 y ya no tenemos que atarnos al pene una funda de lino o de intestino de oveja como en la Edad Media. La industria avanza y las ofertas son infinitas. Extrafinos, con texturas y sabores, con lubricante estimulante incorporado para incrementar la intensidad del orgasmo o para prolongar el encuentro, aptos para alérgico al látex, y, por supuesto, de todos los tamaños. Que nunca te la vuelvan a colar con un “es que me aprieta”.

El condón no es solamente el método anticonceptivo más eficaz, también es el único que nos protege frente al contagio de enfermedades. Según la Organización Mundial de la Salud, cada día se detectan un millón de nuevos casos de infecciones sexuales. Una de cada 25 personas entre 15 y 49 años en el mundo porta gonorrea, sífilis, clamidia o tricomoniasis, las cuatro afecciones más comunes. Otro notición, muchas de ellas son atractivas, visten bien y son completamente asintomáticas (sin colas de ratón ni pústulas en la cara, ver para creer). Así que olvídate de los prejuicios porque te puede contagiar cualquiera.

Te recomendamos incorporar la colocación del condón al juego previo, no como una obligación engorrosa, sino como un paso más que hay que seguir. Otra buena idea, tenerlos siempre a mano, levantarte a rebuscar por toda la casa puede bajar la erección más potente.

Errores que pueden hacer que la gran efectividad del condón desaparezca

Como sabes, la efectividad de los preservativos es del 98%; no obstante, hay errores frecuentes que pueden hacer que la tasa de fallo pase del 2 al 18%. Miedito, ¿verdad? Pues presta atención porque no podría tener solución más fácil. Los condones caducan y también se estropean en determinadas condiciones, es decir, evita utilizar el preservativo que llevas en la cartera desde la adolescencia y, yo que tú, tampoco apostaría mi vida por el que ha conseguido tu amigo “por ahí” a las cuatro de la mañana.

¿Abrirlo con la boca? En las películas puede quedar muy sexy, pero es más que posible que lo rompas. ¿Y ponerlo con la boca? Solo si sabes hacerlo, y no es tan sencillo, de lo contrario, prueba con las manitas que dios te ha dado. ¿Reutilizarlo? ¡Por favor! Vale que la educación sexual sea de una calidad cuestionable pero hay cosas… y cosas.

Adoramos el sexo, abogamos por practicarlo en todas sus formas, es parte de la vida, pero lamentablemente las enfermedades también. ¿Por qué no disfrutar de lo primero y evitar lo segundo? Más claro, agua.

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