Ya seas un novato con ganas de adentrarte en nuevos reinos de placer o un veterano experto en la materia, el lubricante es el único imprescindible cuando de estimulación anal se trata. Puedes hacerlo a solas o en pareja, con los dedos, con un juguete, penetrándolo con el pene, como parte de los preliminares o como final de fiesta apoteósico pero sea como sea, debes tener la loción adecuada a mano. No nos acuses de pesados pero no podemos dejar de repetirlo, el ano, a diferencia de la vagina, no lubrica de forma natural. ¿Esto qué significa? Que aventurarte a una exploración sin él puede resultar doloroso y molesto en lugar de agradable y placentero.
Aunque en el pasado la estimulación anal estaba rodeada de estigmas y prejuicios, los tabúes ridículos van disipándose con la información. Ahora bien, es necesario seguir unas recomendaciones básicas para evitar malos ratos. Si vas a hacerlo, hazlo bien. Te explicamos cómo.
¿Qué es un lubricante anal?
El lubricante es un producto en forma de loción o crema, más o menos líquido, que humedece y facilita el deslizamiento. Mucho cuidado porque lamentablemente aún son muchos los mitos y mentiras que circulan no solo de boca en boca sino también en internet. La saliva, por ejemplo, no es un lubricante, reseca la piel y contribuye a que se agriete (y créenos, no es lo que estás buscando). Por muy guay que te pareciera en Brokeback Mountain piensa que en mitad de la montaña esos dos no tenían muchas más opciones que la saliva o la grasa de caballo, pero no es necesario que hagas todo lo que ves en el cine, puede parecer erótico pero conlleva un dolor sin límites.
Recuerda que tanto el ano como los genitales tienen mucosas y un pH natural distinto al del resto del cuerpo. Cualquier producto que vayas a aplicar en estas zonas debe tener unas garantías y haber pasado unos controles de calidad. No utilices aceites, grasas ni mantequillas (es increíble tener que decirlo pero todavía hay personas que creen que estos son métodos válidos). Pueden causar irritación, malestar y favorecer la aparición de infecciones. El mercado ofrece una amplísima variedad de lubricantes que han sido, además, específicamente formulados para la estimulación anal.
Y sí, a través de las relaciones anales también se pueden contraer enfermedades de transmisión sexual, por lo que es fundamental que escojas un lubricante que no dañe los preservativos de látex y esto ya descartaría cualquier aceite o lubricante oleoso. Apuesta por los lubricantes a base de agua (perfectos para utilizar con juguetes), por los lubricantes de silicona (todos los de la marca Pjur son compatibles con condones de látex) o por lubricantes mixtos, de agua y de silicona. El lubricante anal no solo lubrica, también relaja y favorece la dilatación, algo imprescindible, ya que la musculatura anal, muy apretada por razones obvias, no permite sin ayuda la inserción de ningún objeto ni parte del cuerpo. Descubre qué lubricante anal usar en este artículo.
¿Para qué sirven los lubricantes anales?
Esta pregunta ya debería haber quedado clara con la información anterior pero repetimos, para evitar el dolor, para impedir que lo que tiene que ser una experiencia excitante y placentera se convierta en una tortura medieval, para eso sirven los lubricantes anales. Disminuyen el roce, humedecen la zona facilitando que la musculatura anal se relaje y se dilate y no son necesarios, son imprescindibles para que la estimulación sea cómoda. Además, y aunque te vaya el dolor, conviene que sepas que una penetración anal sin la lubricación correcta no solo puede ser dolorosa, indudablemente provocará lesiones y heridas, riesgo que desaparece con un simple lubricante y un poco de paciencia. Lo que nos lleva al siguiente consejo.
¿Cómo aplicar el lubricante en el ano?
Despacito y sin prisa, así hay que aplicar el lubricante en el ano. Puedes calentarlo primero un poco con la mano y valiéndote de los dedos índice y corazón aplicar sobre la zona anal mediante un suave masaje circular. Repetimos, no tengas prisa ni intentes pasar directamente a la penetración. Mantente en la zona externa masajeando lentamente, esto ayudará a la dilatación.
Es posible que tengas que repetir la operación. No todos necesitamos la misma cantidad de lubricante, depende de cada cuerpo y del tipo de lubricante empleado. Aplica de nuevo si la loción es absorbida por la piel demasiado rápido. También se deben lubricar el juguete o juguetes que se vayan a emplear (en el caso de los juguetes el lubricante tiene que ser de base de agua para no dañarlos) y el pene si va a haber penetración anal.
Un último consejo para que todo vaya sobre ruedas, no pases los juguetes, los dedos ni el pene directamente del ano a la vagina, ya que podría ser un foco de infección. Tampoco debes utilizar el mismo preservativo para penetrar el ano y después la vagina. Con estos consejos presentes se avecinan nuevas cotas de placer. Corónalas.