La historia de los juguetes sexuales es muy larga, han existido desde la antigüedad y a lo largo del tiempo han sufrido varias transformaciones. En la antigua Grecia, los juguetes sexuales eran una parte común de la vida diaria, y se utilizaban tanto para la estimulación individual como para la actividad sexual en pareja. Las mujeres utilizaban pequeños objetos de vidrio, madera o marfil para la estimulación vaginal, mientras que los hombres utilizaban objetos similares para la estimulación anal. Estos objetos se consideraban herramientas para aumentar el placer sexual y se utilizaban de manera abierta.
Sin embargo, en la Edad Media, la Iglesia Católica prohibió los juguetes sexuales, y fueron considerados pecaminosos y vergonzosos. Se los asoció con prácticas sexuales desviadas y se castigó su uso con la prisión y la tortura. Esta actitud hacia los juguetes sexuales prevaleció durante varios siglos, pero a medida que la sociedad evolucionó, se produjeron cambios en la forma en que se percibían los juguetes sexuales.
Durante el siglo XIX, los médicos comenzaron a usar vibradores para tratar la "histeria femenina" (vaya término para algo tan delicioso). Los vibradores eran grandes, voluminosos y se utilizaban para proporcionar a las mujeres una liberación sexual en un entorno médico. Sin embargo, a medida que los vibradores se hicieron más accesibles, también se convirtieron en un juguete sexual popular. En la década de 1920, los vibradores estaban ampliamente disponibles en tiendas y se vendían como herramientas de belleza y salud.
En la década de 1950, el primer consolador moderno fue inventado por la marca alemana “Fun Factory“. Este fue un gran avance en la industria de los juguetes sexuales, ya que permitió a las mujeres disfrutar del placer sexual sin la necesidad de un compañero.
Hoy en día, la tecnología ha avanzado y los juguetes sexuales son más innovadores que nunca. Los succionadores de clítoris son un ejemplo de esta innovación. Los succionadores utilizan ondas de presión para estimular el clítoris y ofrecen una experiencia de orgasmo más intensa y satisfactoria.
A diferencia de los vibradores tradicionales, los succionadores de clítoris no vibrantes no hace contacto con el clítoris, lo que se traduce en una sensación única. Algunos modelos también pueden ser utilizados en otras partes del cuerpo, como los pezones, lo que les da una mayor versatilidad.
Los succionadores de clítoris se han convertido en uno de los juguetes sexuales más populares del mercado, y por una buena razón. Son fáciles de usar, se ajustan a cualquier anatomía, y proporcionan una experiencia sexual inolvidable.
