Hoy, que los famosos comparten en redes sus enfermedades para sensibilizar a la población y que cada vez hay más conciencia sobre temas que antes eran motivo de vergüenza, aún se nos escapa una risita al recordar a Concha Velasco anunciando compresas para las pérdidas de orina. Aun así, la presencia de una actriz consagrada hablando de algo que hasta el momento era tabú fue un paso adelante. Pero ¿es algo tan poco frecuente como para resultar bochornoso? Las estadísticas hablan de que el 10% de las mujeres entre 25 y 64 años y más del 50% de personas de ambos sexos de más de 65 sufren incontinencia urinaria en distintos grados. Fue en la década de los 40 cuando el ginecólogo estadounidense Arnold H. Kegel se percató de que buena parte de sus pacientes experimentaban pérdidas de orina como consecuencia del debilitamiento del suelo pélvico tras el embarazo y el parto. Este pionero ideó entonces los ejercicios que llevan su nombre demostrando que el fortalecimiento de la musculatura pélvica tiene más beneficios de los esperados.
Se define la musculatura pélvica como una hamaca, un grupo de músculos que sostienen el útero, la vejiga, el intestino delgado y el recto. Kegel comprobó en su estudio que, igual que se debilita, también es una de las partes más versátiles de la anatomía con gran capacidad de recuperar su fuerza. Hubo otro sorprendente efecto secundario del que se percató tras su investigación, las pacientes que realizaban correcta y asiduamente los ejercicios tenían clímax más frecuentes e intensos.
¿Qué son los ejercicios de Kegel?
Son muchos los factores que pueden debilitar la musculatura pélvica, el embarazo, el parto, la cirugía, el envejecimiento, el sobrepeso, y algunos problemas de salud como el estreñimiento o la tos crónica. Y sí, los hombres también tienen musculatura pélvica y también pueden sufrir su debilitamiento y beneficiarse de los ejercicios para fortalecerla. Se trata básicamente de contraer y relajar los músculos, y la única dificultad reside en localizarlos. Son muchas las personas que aprietan el abdomen o la cadera, o que empujan en lugar de contraer, algo que puede empeorar la situación.
Problemas y síntomas del suelo pélvico debilitado
- Incontinencia urinaria por esfuerzo; es decir, si se te escapan unas gotas de orina al reírte, estornudar o toser.
- Pesadez, hinchazón o dolor en la vagina que se agrava al final del día.
- Incontinencia fecal o estreñimiento.
- Sensación de que algo sobresale de la vagina (cuidado, puede ser un prolapso; es decir, cuando la vejiga sobresale de la vagina).
Guía para comenzar a hacer tus ejercicios Kegel
- Localiza los músculos correctos. Si te resulta difícil siéntate en el baño y cuando estés haciendo pis detén la micción, esos son los músculos pélvicos. Utiliza esta técnica únicamente para encontrarlos, hacer los ejercicios mientras orinas no es saludable e incrementa el riesgo de infección del tracto urinario.
- Contrae y eleva los músculos.
- Mantén la contracción durante unos segundos intentando no tensar los músculos del abdomen o los glúteos.
- Suelta la contracción y relaja los músculos.
- Repite. Lo más adecuado es hacer tres series de 10 a 15 repeticiones al día.
Beneficios de los ejercicios Kegel
Al cabo de unas cuantas semanas comenzarás a notar los beneficios:
- Previenen y mejoran las pérdidas de orina en mujeres y hombres.
- Previenen los prolapsos.
- Ayudan a recuperarse tras el parto o una cirugía que afecte a los genitales.
- Mejoran los orgasmos incrementando su duración e intensidad.
- En el caso de los hombres son eficaces contra la eyaculación precoz y ayudan a conseguir erecciones más fuertes y duraderas.
Recuerda que los ejercicios de Kegel no tienen ninguna contraindicación y que pueden realizarse durante el embarazo. En el caso de las mujeres, las bolas chinas de diferentes pesos pueden ser de gran ayuda para un correcto y efectivo entrenamiento de la musculatura pélvica. Mejor no descuidar una parte vital para la salud física y sexual.