El Sila de LELO, una auténtica oda al clítoris para gritar ¡eureka!

El Sila de LELO, una auténtica oda al clítoris para gritar ¡eureka!

“La sexualidad femenina ha estado encerrada en la vergüenza y la ignorancia desde el principio de los tiempos. Por tanto, no es sorprendente que la gente no conozca su anatomía. Es nuestra herencia cultural”, explicó a El País en una entrevista la uróloga australiana Helen O’Connell. Maldito e infame legado, a unos les dejan títulos y palacios y a nosotras la honra del oscurantismo. Hubiésemos preferido unas tierras para plantar patatas, la verdad. A ellos les da placer penetrar y a nosotras, obvio, nos lo tiene que proporcionar el ser penetradas, qué patochadas son esas del clítoris, un puntito anodino por el que no se puede meter nada. Pues sujétense los machos porque resulta que el fantástico órgano que ha sido repudiado, denostado, condenado al olvido y en el peor de los casos mutilado (atrocidad que se sigue practicando en algunas partes del mundo) esconde toda la magia del placer en su interior. El dichoso, en el mejor sentido del término, botoncito no es tal. Mucho más de lo que vemos, mide entre 8 y 12 centímetros, tiene el doble de terminaciones nerviosas que el glande del pene, concretamente 8.000, y es el único órgano humano que sirve exclusivamente para hacernos felices. Pero ¿le prestamos la atención que requiere? Juzgad vosotros mismos. Según un estudio realizado con 52.000 estadounidenses y publicado en 'Archives of Sexual Behaviour' en 2018, el 95% de los hombres heterosexuales llegan al orgasmo en compañía, algo que solo consiguen el 65% de las mujeres heterosexuales.

En una ilustración de Flavita Banana se ve a una chica mirando hacia sus genitales con un succionador de clítoris en la mano mientras exclama "¡y pensar que ha sido el capitalismo el que te ha sacado a la luz!". La viñeta no podría retratar mejor la realidad que estamos viviendo. La industria de la juguetería sexual ha normalizado la masturbación femenina, la estimulación del clítoris, las conversaciones sobre ello, ha hecho correr ríos de tinta en publicaciones de todo tipo, ha puesto el tema sobre la mesa y el placer al alcance de la mano. El LELO Sona tuvo y tiene un éxito arrollador, se trata de uno de los succionadores más vendidos del mundo, con la peculiaridad añadida de que es, además, un juguete de lujo, como lo son todos los productos que diseña la marca sueca. Porque llegados al punto de adquirir un succionador de clítoris queremos algo que nos haga creer de nuevo en los Reyes Magos y, para lograrlo, la marca sueca vuelve a dar un paso al frente y presenta el LELO Sila.

¿Lo hemos probado? Evidentemente. Este pequeño y hermoso succionador que parece una caracola de mar nos ha tarareado cantos de sirena. Inspirado en la tecnología del Sona, cuenta con una boca mucho más amplia para una estimulación íntegra del clítoris. Sin necesidad de contacto directo y mediante ondas sónicas que se mueven al ritmo de ocho patrones distintos, el placer se abre camino desbordándose hacia el mismo centro de la tierra. Comienza con un leve murmullo, unas cosquillas que despabilan los sentidos para ir avanzando hacia pulsos tan poderosos que parecen ser cosa del mismísimo Bonham de Led Zeppelin.

Recargable, completamente sumergible para unos baños más inspiradores que los de Arquímedes y silencioso para el placer más discreto, el Sila está elaborado en una silicona médica hipoalergénica tan suave que el goce comienza con un simple roce. LELO ha estudiado con detenimiento la anatomía femenina diseñando el objeto de placer definitivo, déjate mimar y tú también gritarás ¡eureka! Palabrita.

Si buscas más referencias, así define esta joyita la sexóloga y escritora Valerie Tasso:

No. No es un masajeador de clítoris más, como se podría pensar… Si bien es cierto que usa ondas sónicas como ya lo hace SONA 2 CRUISE, de tal forma que no hay un contacto directo con tu clítoris y puede, así, estimular incluso la parte interna de este órgano de placer, tiene una particularidad nada desdeñable: su boca es más grande y ancha que la de SONA, con lo cual cubre más zona íntima, además de tu clítoris y lo puedes pasear por toda tu plataforma orgásmica, a tu antojo.

Cuando probé SILA, empecé inevitablemente a compararlo con SONA 2 CRUISE. Uno no es mejor que el otro. Son diferentes y, ¿por qué no?, complementarios. SILA posee una estimulación más suave y progresiva, para mi gusto, para hacerte llegar a un orgasmo muy sensual. Lo llamo “caracol” porque su forma me recuerda a ese molusco, por su forma redonda pero también porque la sensación de placer que se obtiene con SILA sube en espiral, como las espirales que dibujan la concha del caracol. Además, su tacto es tan untuoso gracias a su silicona médica antibacteriana ultra suave propia de LELO que da gusto tenerlo en la mano y entre las piernas.

Un truco para disfrutar doblemente: usa SILA para empezar a masturbarte. Y luego, sigue con SONA 2 CRUISE… si no has llegado ya al placer. ¡Cosa que dudo, sinceramente! ;-)

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