Preliminares y ‘Slow Sex’ para perder el sentido en la cama, o donde sea
¿Una velada de juegos y caricias o un polvo conejero antes de darte media vuelta y quedarte dormido? Tampoco hace falta ser Einstein. Mensajes sugerentes, toqueteos por debajo de la mesa, películas subidas de tono, besos, caricias, jadeos, y no subestimes el poder de las palabras, son un poderoso afrodisíaco.