Papá Noel no son los padres, es Kim Jong-un
Ay, Santa del carajo, ¿quién te pidió una pandemia, Voldemort? ¿Se te sindicaron los elfos y decidiste jodernos a todos? Ni una Compi Disco ni el mejor de los orgasmos pueden salir tan caros.
Ay, Santa del carajo, ¿quién te pidió una pandemia, Voldemort? ¿Se te sindicaron los elfos y decidiste jodernos a todos? Ni una Compi Disco ni el mejor de los orgasmos pueden salir tan caros.
Al oír hablar de orgías a unos se les viene a la mente la imagen de romanos yaciendo entre copas de vino y racimos de uvas y a otros las fiestas de Errol Flynn tocando el piano con su (se decía) majestuoso pene. Repasamos la historia de las bacanales desde su origen hasta la actualidad.
“Padre, ¿Dios me perdonará? Soy la Glotona” dicen que le preguntó al cura que la asistió en su lecho de muerte. Ni la mujer más liberada del París de finales del XIX, la que cautivó y escandalizó con su actitud desvergonzada y desinhibida, escapó al final de sus días al temor que nos inculcan a fuego. ¿Y qué habría de perdonarle el Altísimo? Sus bailes enérgicos subiendo y bajando el cancán, sus movimientos impetuosos, su desparpajo para quitar el sombrero de la cabeza de los caballeros con la punta del pie, su costumbre de bailar sobre las mesas exhibiendo el corazón bordado en su ropa interior, su gusto por vaciar de un trago la copa de los clientes.
Justo cuando pensábamos que estábamos fuera, nos vuelven a meter dentro, no fuera de un mundo en el que las agresiones sexuales no existen, claro, pero sí en uno en el que al menos ya no se debate qué constituye un abuso y qué no. ‘Stealthing’, término que en inglés significa “en sigilo”, trivializa una práctica que solo le puede parecer inofensiva a un sociópata o alguien que sigue creyendo que puede hacer, literalmente, lo que le salga de la polla.
En los 80 la gente comenzó a enfermar. Con síntomas de neumonía y con el cuerpo cubierto por llagas y manchas provocadas por el sarcoma de Kaposi las muertes desataron la histeria y el pánico. Muchos murieron sin atención médica, rechazados por los hospitales y por su entorno, despedidos de sus trabajos y expulsados de sus casas condenados por dos plagas, la de una enfermedad sin nombre y la de unos rumores que aseguraban que podías contagiarte con un simple apretón de manos o compartiendo el mismo aire que un infectado. Cuando Reagan pronunció por primera vez la palabra ‘sida’ en un discurso ya habían muerto más de 25.000 personas.
Hay lugares y momentos que no son para ti y es mejor que lo aprendas por las buenas. Para eso tenemos la cultura, para enseñarnos lo que está bien y lo que está mal. Así se ha retratado la violación en el cine a lo largo de la historia.
El clítoris, repudiado, denostado, condenado al olvido y en el peor de los casos mutilado, esconde toda la magia del placer en su interior. Y para un auténtico abracadabra está el Sila de LELO, un pequeño y bonito succionador que te hará creer de nuevo en los Reyes Magos.
Soraya, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. So-ra-ya. No nos acusen de plagio, que en EroticFeel es verdadera devoción la que sentimos por LELO, pero con el Soraya Wave ha sido amor a primera vista, a última vista, a cualquier vista. Te lo contamos todo.
Patrones de vibración infinitos, orgasmos a control remoto desde la otra parte del mundo o la posibilidad de sincronizar la estimulación con tu música favorita. ¿Qué te ofrece y cómo funciona la nueva app de Satisfyer?
Solo te acuerdas de Santa Bárbara cuando truena y por eso rechazas orgulloso cada invitación a hacerte un examen preventivo hasta que el ardor al mear es insoportable y por la uretra apenas salen cuatro gotas de orina y un hilillo de sangre. Tranquilízate, un dedo en el culo no es como la cobra gay.
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